Este artículo se publicó hace 14 años.
La demencia podría costar a Canadá casi un billón de dólares
Los canadienses están desarrollando demencia a un ritmo tan acelerado que lidiar con el problema en los próximos 30 años costará más de 870.000 millones de dólares canadienses (581.000 millones de euros), a menos que se tomen medidas preventivas, indicó el lunes un informe.
La Sociedad Canadiense de Alzheimer señaló que más de 103.700 personas desarrollaron demencia en 2008 en Canadá, un país de alrededor de 33 millones de habitantes. Para 2038, se esperan unos 257.800 nuevos casos anuales, con casi un tres por ciento de la población afectada.
"Si no hacemos nada, la demencia tendrá un efecto devastador sobre las familias canadienses, nuestro sistema de asistencia médica y economía", destacó el informe titulado Rising Tide (Oleada Creciente). "Es la causa más importante de discapacidad entre los canadienses de más de 65 años", agregó.
La demencia, cuya forma más común es el Alzheimer, es una enfermedad degenerativa progresiva que destruye las células cerebrales. No existe cura y hay disponibles muy pocos tratamientos, aunque ciertos fármacos pueden aliviar algunos de los síntomas por un tiempo.
Un informe internacional difundido en septiembre indicó que más de 35 millones de personas en todo el mundo padecerían enfermedad de Alzheimer u otras formas de demencia en 2010. Para 2030, la cantidad de afectados llegaría a casi 66 millones.
En el 2005, un estudio del Instituto Karolinska estimó que la demencia costaría a las economías globales unos 315.000 millones de dólares al año.
David Harvey, portavoz del Rising Tide, dijo que la campaña canadiense contra la demencia se ve perjudicada por las particularidades del sistema de salud del país, que es parcialmente financiado por el Gobierno federal, pero administrado por las autoridades provinciales.
"Este problema ya está con nosotros, pero en el lapso de esta generación será muy importante. Y si no lo resolvemos puede colapsar las salas de emergencia y los hospitales", señaló Harvey.
El informe recomienda que todos los canadienses mayores de 65 años sin demencia aumenten su actividad física en un 50 por ciento.
El escrito también instó al desarrollo de una Estrategia Nacional contra la Demencia, que se adopte a todo nivel gubernamental, así como también educar a los ciudadanos sobre la importancia de reducir el riesgo y del diagnóstico temprano.
"Necesitamos volver a focalizar la investigación en las enfermedades crónicas", añadió Harvey.
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