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Defensa acusa de "piratería" a Greenpeace y la ONG denuncia que "jamás se había encontrado con este tipo de violencia"

CARLOS DEL CASTILLO

El Ministerio de Defensa y la organización ecologista Greenpeace siguen cruzándose acusaciones tras el incidente del pasado sábado el aguas de Lanzarote, cuando una protesta de los activistas contra las prospecciones petrolíferas en Canarias pudo acabar en tragedia tras las embestidas de las embarcaciones de la Armada contra sus lanchas.

Defensa ha justificado este lunes la actuación de la Armada en la confrontación con los ecologistas, considerando que 'hizo lo que tenía que hacer' para evitar que la ONG cometiera un 'delito de piratería', manifiestan fuentes del ministerio que dirige Pedro Morenés en declaraciones recogidas por Europa Press. Tres activistas resultaron heridos en el lance con los soldados; una de ellos, una italiana de 23 años, tuvo que ser trasladada al hospital y operada de urgencia tras resultar herida en circunstancias que aún están por determinar

Fuentes de Greenpeace han destacado a este medio que la organización 'lleva 40 años realizando acciones pacíficas' y que 'ni en Rusia' se habían enfrentado a una 'violencia similar' por parte de las Fuerzas de Seguridad. 'Primero difundieron que Matilde [activista herida] se golpeó con las hélices de nuestras zódiac, cuando no tienen hélices, luego que habían sido ellos los que la habían rescatado, ahora esto... En fin, el vídeo habla por sí solo', manifiestan desde Greenpeace.


'Lo que nos pasa en España es surrealista, pero en fin, nos podemos esperar ya cualquier cosa del Gobierno, desde que ponga una fragata al servicio de Repsol hasta que nos acusen de pirateo o nos aborden como salvajes', se resigna Julio Barea, responsable de campaña de Greenpeace, en una conversación con Público. 

'No abordamos el barco porque nos dejamos la pata de palo, el parche y el gancho en el Caribe', ironizan los activistasLa acusación de piratería no tiene ninguna relación con la ley y es inaceptable', asevera Barea. 'Según el artículo 101 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el derecho de mar, un pirata es una persona que comete un acto de violencia o detención de buques privados. Primero: nuestras protestas son estrictamente no violentas; y segundo: no estabamos deteniendo el Rowan, porque el Rowan estaba detenido ya. Era libre de navegar', expone el activista, que califica la acusación de 'patética'.

'Tenemos que asistir al teatro este. Nos acusarán de conspiración, de alta traición... Lo único que sé es quien han tenido tres heridos hemos sido nosotros, uno de ellos todavía en el hospital', denuncia.

En cuanto a la activista que resultó herida al caer al agua desde la lancha de Greenpeace y golpearse con una hélice, Defensa asegura que es 'imposible' que el golpe proviniese de una de las hélices de las lanchas de la Armada, ya que éstas se encuentran 'protegidas' precisamente para evitar este tipo de accidentes.

Defensa dice que la joven se golpeó contra las hélices de su zódiac, pero Greenpeace afirma que sus lanchas no tienen hélicesDefensa considera que las heridas de la joven, que continúa ingresada en el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, debieron producirse por el golpe de la hélice de la lancha de Greenpeace, si bien la ONG niega este extremo porque subraya que sus zódiac no tienen hélices externas.

Las disputas sobre los hechos se extienden a las supuestas advertencias que recibieron las embarcaciones de Greenpeace antes de ser embestidas. Según han explicado las mismas fuentes del Ministerio, el buque 'Relámpago' de la Armada, que se encontraba en la zona con la misión de 'garantizar la libertad de navegación y el acceso a las zonas de prospección petrolífera', emitió sucesivas advertencias al barco 'Arctic Sunrise' de Greenpeace pidiéndole que abandonara la zona de seguridad establecida alrededor de la embarcación de Repsol.

Los activistas explican en este caso que el 'Relámpago' les advirtió por radio la noche del viernes, cuando el 'Arctic Sunrise' llegó a la zona. Fue, no obstante, durante la mañana del sábado cuando las zódiac de la organización ecologista se aproximaron al buque de Repsol con la intención de 'colocar unas pancartas' y fueron interceptados por los soldados.

'Ni en Rusia nos habíamos encontrado con una violencia semejante', denuncia Greenpeace'Queríamos denunciar una agresión ambiental que el Gobierno está permitiendo. Denunciar el peligro que está trayendo Repsol a las aguas de las Islas Canarias. No íbamos a asaltar ni a robar el barco o secuestrar a nadie porque nos habíamos dejado la pata de palo, el parche y el gancho en el Caribe', ironiza Julio Barea.

'En mis doce años en Greenpeace nunca lo he visto, pero es que el capitán —continúa Barea en declaraciones a Público—, Joel [Stewart] lleva 25 años navegando por todo el mundo y llevando a cabo todo tipo de acciones y dice que es la primera vez que se encontraba con una situación de semejante violencia'  

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