Este artículo se publicó hace 12 años.
Las declaraciones de Breivik y de los supervivientes no se podrán filmar durante el juicio
El tribunal de Oslo anunció hoy que no se podrán filmar las declaraciones del ultraderechista Anders Behring Breivik durante el juicio que contra él comenzará el 16 de abril en Oslo por los atentados del pasado 22 de julio en Noruega, en los que murieron 77 personas.
La misma prohibición de grabar imagen y sonido, y también de hacer fotos, regirá para las comparecencias de los supervivientes del doble atentado y de los forenses encargados de hacer las autopsias de las víctimas.
"No se ajusta al objetivo del caso emitir las declaraciones de un acusado, cuyo motivo expreso con los mencionados actos es precisamente hacer publicidad de su mensaje", señaló la juez Wenche Elizabeth Arntzen en un comunicado.
Arntzen apeló también a la consideración hacia los afectados por los atentados para no permitir que las explicaciones de Breivik sean incluidas en la retransmisión en directo que se hará del juicio y que los supervivientes podrán ver en 17 juzgados de Noruega.
La juez accede así a la recomendación de los fiscales y de los abogados de los supervivientes y familiares de las víctimas y rechaza la petición de las asociaciones de prensa noruegas y del propio Breivik, partidario de la retransmisión íntegra del juicio.
Estará permitido en cambio grabar la lectura de la acusación contra Breivik al inicio del proceso -lo que incluye su declaración de culpabilidad o inocencia-, las explicaciones introductorias de la defensa y la acusación, así como las argumentaciones finales.
La corte esperará a recibir las pruebas de la acusación para decidir si permite la filmación de las intervenciones de los testigos profesionales, como agentes de policía.
Breivik fue acusado formalmente hace dos días de cometer actos de terrorismo y de 77 homicidios voluntarios.
La Fiscalía no pedirá inicialmente pena de cárcel, sino su ingreso en un hospital psiquiátrico, en consonancia con las conclusiones del primer informe sobre su estado mental, que concluyó que padecía esquizofrenia paranoide y no está legalmente capacitado.
Pero ha incluido una reserva, relacionada con el resultado de un segundo examen mental al que está siendo sometido Breivik, lo que podría llevar a que durante el juicio se solicite una pena de cárcel o de custodia de 21 años, que se puede prorrogar cada cinco si se considera que el reo sigue siendo un peligro para la sociedad.
El fundamentalista cristiano hizo explotar el pasado 22 de julio un coche bomba en el recinto de oficinas gubernamentales de Oslo, donde murieron ocho personas, y justo después se trasladó a la isla de Utøya, a 45 kilómetros, donde disparó de forma indiscriminada y mató a otras 69.
La mayoría de las víctimas de Utøya asistían al campamento de las Juventudes Laboristas.
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