La cúpula del PP se recluye presionada por el 'caso Bárcenas'

El Comité de Dirección del PP, presidido por Mariano Rajoy, inició ayer en el Parador de La Granja de San Ildefonso (Segovia), una jornada de encierro de dos días con el objetivo de hacer un balance del curso político y marcar nuevos objetivos. Todo, bajo la sombra del caso Gürtel y la comprometida situación en la que se encuentra el tesorero del partido, el senador Luis Bárcenas.

Junto a Rajoy, asistieron su número dos, María Dolores de Cospedal; la portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría; su homólogo en el Senado, Pío García Escudero; el portavoz en Europa, Jaime Mayor Oreja; los vicesecretarios Ana Mato, Javier Arenas y Esteban González Pons; el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón y Pedro Arriola, el sociólogo de cabecera del partido.

La reunión, rodeada de un secretismo total, comenzó pasadas las 10.00 horas con la ausencia del alcalde de la capital, que se incorporó casi dos horas tarde por tener un pleno.

A su llegada al Parador, Mayor Oreja declaró que la cúpula del partido había ido a Segovia a "trabajar", a analizar los resultados de las elecciones europeas y "a pensar en el futuro y en los problemas de los españoles". En una línea similar, Arenas reiteró que el encuentro estaba centrado en "hablar de las cuestiones que preocupan de verdad a los españoles" sabiéndose vencedores de las elecciones europeas y con "la seguridad" de que pueden ganar las generales.

Antes de comenzar este encuentro, fuentes de la dirección del PP reconocían que además de repasar los resultados de las europeas, el partido tenía previsto marcar las prioridades para las autonómicas y municipales de 2011, poner sobre la mesa medidas contra la crisis y perfilar la postura del partido de cara a la financiación autonómica, a los Presupuestos y a la sentencia sobre el Estatut. Todo, sobrevolando el caso Gürtel. La decisión de la dirección del partido parece firme: le apartará si es formalmente imputado.

La situación judicial de Bárcenas, tesorero del partido, y la decisión de Rajoy de mantenerle en el puesto ha desatado el descontento en las filas conservadoras. Cada vez son más los dirigentes del PP que animan a Rajoy a prescindir de él y que sentencian que Bárcenas "tiene los días contados".

El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, reconoció ayer, en una entrevista a El País, que si él fuera el tesorero ya se habría apartado. Unas declaraciones que Mayor Oreja dijo entender "muy bien". Por su parte el ex portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso, Jaime Ignacio Del Burgo, aseguró a Europa Press que el tesorero y senador del PP, Luis Bárcenas, debería apartarse voluntariamente de su cargo "por el bien del partido".