Este artículo se publicó hace 16 años.
El CSIC obtiene leche de forma natural con gran contenido en grasas saludables
Científicos del CSIC han obtenido de forma natural, añadiendo un suplemento de aceite de soja en la dieta de las ovejas, leche de ese animal de alto contenido en ácido linoleico conjugado, CLA (del inglés conjugated linoleic acid), un ácido graso insaturado con potenciales beneficios para la salud del consumidor.
Entre esos beneficios destacan el fortalecimiento del sistema inmune, efectos anticancerígenos y la prevención de acumulación de grasas en las arterias, según los responsables de este trabajo, realizado por investigadores de la Estación Agrícola Experimental de León y del Instituto del Frío (Madrid), centros ambos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
En concreto, los investigadores añadieron un suplemento del 6 por ciento de aceite de soja a la dieta de las ovejas lecheras y triplicaron el contenido de este ácido linoleico.
El investigador que codirige el estudio, Gonzalo Hervás, explica que "este hallazgo resulta interesante porque hasta ahora la mayor parte de los alimentos de estas características en el mercado contienen compuestos que han sido añadidos a posteriori".
"Los resultados con otro tipo de aceite vegetales estudiados, como el de girasol, son igualmente prometedores y permiten, además, avanzar en el conocimiento del metabolismo de las grasas en ovejas lecheras", añade Hervás.
El equipo estudia ahora si la transformación de esa leche "saludable" en queso alteraría su contenido inicial de CLA.
Para Hervás, "el objetivo final es obtener un producto tradicional con valor añadido en el mercado: es decir un queso de oveja con grasa saludable".
El equipo llevaba tres años intentando mejorar el perfil de ácidos grasos de la leche de oveja, complementando la dieta de los animales con distintos aceites vegetales (oliva, soja, girasol, etc).
El ácido linoleico conjugado o CLA es un ácido graso que se encuentra de forma natural en la grasa de alimentos derivados de los rumiantes, carne y, sobre todo, productos lácteos.
"El interés suscitado por el CLA durante la última década procede de los beneficios potenciales para la salud de los consumidores, como agente antiarteriosclerótico y, especialmente, anticancerígeno, por lo que numerosos trabajos científicos intentan aumentar su contenido en los alimentos", detalla Hervás.
El CLA se puede formar en el rumen, uno de los cuatro compartimentos que constituyen el estómago de los rumiantes, a partir del ácido linoleico presente en la dieta de los animales (cereales, forrajes, etc), mediante la acción de microorganismos responsables de la digestión de los vegetales.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.