El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) advirtió hoy del "alarmante deterioro" de la situación humanitaria en Somalia, donde más de 300 muertos por la violencia en las últimas semanas, al menos 700 heridos y unas 60.000 personas forzadas a abandonar sus hogares.

En un comunicado difundido en Nairobi, Pascal Mauchle, director de la delegación de Somalia del CICR, informó de que "algunos de los desplazados tuvieron que volver a Mogadiscio tras su huida, al verse frustradas sus esperanzas de encontrar un entorno menos hostil en otro lugar del país".

El CICR recuerda que las luchas de las últimas semanas, en las que combaten las milicias radicales islámicas de Al Shabab y grupos aliados y las tropas del Gobierno de presidente Sharif Sheikh Ahmed, se ha extendido a otras partes de Somalia, además de Mogadisicio.

El pasado 8 de mayo, Al Shabab y sus aliados, apoyados por varios centenares de combatientes extranjeros, emprendieron una ofensiva contra el Gobierno en Mogadiscio, en la que han muerto más de 220 personas en la capital y al menos otro centenar en el resto del país, la inmensa mayoría civiles.

"Los enfrentamientos han empujado a la población a abandonar ciudades del centro y sur de Somalia, y las comunidades que les acogen no están en condiciones de asistirles como quisieran, de acuerdo con la tradición somalí", prosigue el comunicado del delegado del CICR para Somalia.

Muchos de los desplazados, incide Mauchle, "son mujeres y niños que se unen a las cientos de miles de personas que ya ocupan los campos de las afueras de la capital, de otras zonas de Somalia e, incluso, campos de refugiados de países vecinos".

Según él, la escasez de alimentos y cobijo y la insalubridad de los lugares donde se cobijan "ponen su ya deteriorada salud en un riesgo máximo" con grave riesgo para su "supervivencia".

Los efectos de 18 años de caos político y conflicto armado, las crónicas sequías y la recesión económica mundial han reducido los recursos de la población, dice el ICRC.

Somalia vive en la anarquía desde que fue derrocado en 1991 el dictador Siad Barre y ocuparon el poder "señores de la guerra", milicias islámicas enfrentadas y algunos grupos mafiosos.

Aunque ha habido tres intentos de instalar un Gobierno Transitorio con apoyo de la comunidad internacional, ninguno de ellos ha tenido control efectivo del territorio.