Este artículo se publicó hace 14 años.
La crisis aumenta los asesinatos de sindicalistas en el mundo
El asesinato de activistas laborales aumentó de forma drástica en 2009, ya que la crisis económica global trajo violencia contra los trabajadores que exigían sus derechos, dijo el miércoles un informe de la Confederación Sindical Internacional (CSI).
El informe, divulgado para coincidir con la conferencia anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra, dijo que gobiernos de distintos países han tomado medidas contra los sindicatos y que los empresarios estaban aumentando la intimidación y otras formas de persecución.
"Los derechos sindicales continúan siendo infringidos, en muchos casos con impunidad total, y la represión de los sindicalistas continúa mientras los gobiernos no cumplen su responsabilidad de asegurar que esos derechos sean respetados", sostuvo el texto.
principalmente en América Latina, pero también en Asia y África - frente a los 76 en 2008.
Colombia fue el país con más trabajadores muertos, indicó el informe, con un total de 48 asesinatos que incluyeron a 22 líderes sindicales, cinco de ellos mujeres. Luego le siguen Guatemala, con 16 muertos, y Honduras, con 12.
Seis trabajadores fueron asesinados tanto en Bangladesh como en México, y cuatro en Brasil, según el documento. Otros países donde se registró el asesinato de activistas sindicales fueron República Dominicana, Filipinas, India, Irak y Nigeria.
que incluyen el derecho a huelga y el derecho a formar sindicatos - los ignoran y no protegen a sus propios empleados.
Muchos gobiernos y compañías han usado la crisis económica como un pretexto para debilitar y socavar los derechos sindicales, en medio de la pérdida de decenas de millones de puestos de trabajo y la amenaza continua del desempleo entre quienes todavía trabajan.
Además de las muertes, se han registrado intentos de asesinato y amenazas de muerte, mientras que miles de activistas están encarcelados en países como Irán, Pakistán, Corea del Sur, Turquía y Zimbabue, indicó el documento.
Oriente Próximo es la región donde los derechos sindicales están menos protegidos, con importantes obstáculos establecidos por los gobiernos para la formación de sindicatos. Los trabajadores inmigrantes en esa región son especialmente vulnerables y a menudo trabajan en pésimas condiciones.
En Asia, de acuerdo con la CSI, los trabajadores tienen generalmente difícil organizarse, y en países como Filipinas, Pakistán e India los empresarios usan una amplia gama de tácticas que van desde el hostigamiento al despido de los líderes para dividir a los sindicatos.
En China, según señaló el documento, el aumento de huelgas ha llevado a las autoridades a asumir una postura menos hostil hacia los sindicatos, pero los trabajadores movilizados siguen enfrentándose al acoso y la represión policial.
Países desarrollados como Estados Unidos, Alemania y Suiza también están lejos de tener un historial limpio, de acuerdo al informe.
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