Este artículo se publicó hace 14 años.
Costa Rica advierte a la OEA que si no se posiciona en la crisis con Nicaragua no sobrevivirá
El canciller de Costa Rica, René Castro, advirtió hoy a la OEA que si no se posiciona en la crisis limítrofe que enfrenta a su país con Nicaragua "no sobrevivirá" y consolidará una "agresión" de un país a otro.
"Si no se toma ninguna decisión aquí, si esta organización decide mirar para otro lado, está invitando a todos los Estados miembros a que invadan a su gusto a sus países vecinos (...) y en las Américas lo único que prevalecerá será la ley del más fuerte", sostuvo en la reunión de consulta de Cancilleres, convocada para analizar el conflicto limítrofe entre Costa Rica y Nicaragua.
"¿Es éste el mensaje que quieren enviar las delegaciones a este hemisferio y al mundo, el de que es admisible la invasión, la agresión y la fuerza bruta?", preguntó a los países miembros.
"¿El mensaje para Panamá, Haití, Costa Rica y otros cinco países caribeños es que tengamos que volver a armarnos y gastarnos un promedio del 2,7% del PIB anual en armas y en equipo bélico?", dijo en referencia a naciones que no tienen Ejército.
Castro recalcó que, lógicamente, "no se acaba el mundo" por esta crisis, pero la "moralidad internacional está en juego", al igual que la supervivencia de la Organización de Estados Americanos (OEA).
"Pero lo que no va a sobrevivir es el Sistema Interamericano si permite que se consolide esta invasión. Hay un país desarmado que ha sido agredido, ofendido", sostuvo.
"Se trata de una cuestión que puede llevar a consolidar cínicamente una anexión de hecho de un territorio ajeno", indicó.
Durante su intervención Castro lamentó que su homólogo nicaragüense, Samuel Santos, no haya acudido a la reunión para "explicar la falta de honor a su palabra y a su propio honor", dado que Nicaragua había asegurado a Costa Rica que el dragado del río San Juan no afectará al país vecino "en ningún sentido", recordó.
Costa Rica y Nicaragua están enfrentados desde el 21 de octubre cuando San José denunció que Managua vertía los sedimentos de un dragado que realiza en el río San Juan en su territorio -algo que el Gobierno de Daniel Ortega niega- y de haber "invadido" con militares un sector de Isla Calero que considera suyo.
Nicaragua mantiene que los militares se encuentran en su territorio soberano para combatir el narcotráfico.
San José llevó el conflicto a la Corte Internacional de Justicia de La Haya y a la Secretaría de la Convención Ramsar sobre los Humedales de Importancia Internacional.
La OEA ha dicho que se trata de una zona de humedal de apenas 3 kilómetros cuadrados y además se ha afirmado que no ha habido víctimas, algo que Castro consideró un argumento inaceptable.
Dijo que el derecho internacional no está impune a territorios reducidos. Si fuera impune, entonces "¿podría borrarse directamente del mapa a Mónaco, o a (Ciudad del) Vaticano por el hecho de tener menos de 3 kilómetros cuadrados de superficie?", preguntó el canciller a los países miembros.
El argumento de que no ha habido víctimas "es aún peor", dijo el ministro, quien mostró a las delegaciones fotografías tomadas el 5 de diciembre de la zona en disputa y que muestran con la tala de árboles y las obras del dragado, el "daño" ambiental que se está causando.
"¿Cuántos muertos exige el Sistema Interamericano para entrar en acción? ¿Cuántas víctimas se requieren para que una ocupación militar extranjera merezca la atención y cuánta población debe haber en un territorio para que se respete la soberanía del país dueño?", prosiguió en su argumento ante la sesión plenaria.
Costa Rica ha presentado un proyecto de resolución, que aún no se ha registrado oficialmente y que se negociará previsiblemente después de las intervenciones de las delegaciones.
La reunión de cancilleres inició a continuación un receso para el almuerzo.
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