Este artículo se publicó hace 13 años.
Cortinas de privacidad de hospitales, llenas de gérmenes:estudio
Las cortinas de privacidad que separan losespacios de atención a pacientes en hospitales y clínicas estánfrecuentemente infectadas con bacterias potencialmentepeligrosas, según un estudio realizado en Estados Unidos.
Para evitar propagar estos gérmenes, que pueden incluir ala peligrosa "superbacteria" Staphylococcus aureus resistente ala meticilina (SARM), los profesionales sanitarios deberíanasegurarse de lavarse las manos tras el habitual contacto conlas cortinas y antes de atender a los pacientes.
Esta fue la recomendación de Michael Ohl, de la Universidadde Iowa, en una conferencia en Chicago.
"Hay un creciente reconocimiento de que el entornohospitalario desempeña un importante papel en la transmisión deinfecciones en establecimientos de asistencia sanitaria, y estáclaro que (las cortinas de privacidad) son lugarespotencialmente importantes de contaminación porque son tocadascon frecuencia por pacientes y profesionales", dijo Ohl aReuters Health.
Los profesionales médicos tocan a menudo estas cortinasdespués de haberse lavado las manos y luego proceden a tocar alpaciente. Además, estas cortinas cuelgan a menudo durante muchotiempo y son difíciles de desinfectar.
En su estudio, Ohl y colegas tomaron 180 muestras de 43cortinas de privacidad dos veces a la semana durante tressemanas. Las cortinas estaban situadas en las unidades decuidados intensivos médicos y quirúrgicos y en un pabellónmédico de los Hospitales de la Universidad de Iowa.
Los investigadores también marcaron las cortinas para hacerun seguimiento si las cambiaban.
Las pruebas detectaron la bacteria Staphylococcus aureus,incluyendo la especialmente peligrosa SARM, así como variasespecies de Enterococcus, bacterias del intestino, algunasresistentes al nuevo antibiótico vancomicina.
Los investigadores usaron pruebas adicionales paraidentificar cepas específicas resistentes a la vancomicina y ala meticilina para ver si estaban circulando las mismasvariedades e infectaban las cortinas una y otra vez.
El estudio halló una contaminación significativa que seproducía muy rápidamente después de que se colocaran nuevascortinas.
De las 13 cortinas de privacidad colocadas durante elestudio, 12 mostraron contaminación en una semana.Prácticamente todas las cortinas analizadas -41 de cada 43-estuvieron contaminadas en al menos una ocasión.
El SARM fue aislado en una de cada cinco cortinas y elEnterococcus resistente a la vancomicina, en cuatro de cada10.
"La gran mayoría de las cortinas mostraron contaminacióncon bacterias potencialmente significativas una semana despuésde que se colgaran por primera vez, y muchas estuvieroncolgadas durante más de tres o cuatro semanas", dijo Ohl.
El experto destacó que lavarse las manos es por lejos elmétodo más práctico y barato de evitar la propagación degérmenes.
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