Este artículo se publicó hace 14 años.
La corrupción en Italia se dispara un 229%
El Tribunal de Cuentas denuncia que Italia no cuenta con "anticuerpos" en la administración pública para afrontar el problema
En un país como Italia, cuyo presidente está constantemente huyendo de la Justicia por sus numerosas causas que le vinculan con la corrupción e incluso con las mafias, no es de extrañar que los niveles de corrupción sean alarmantes.
Así lo ha confirmado el Tribunal de Cuentas de ese país, que ha denunciado los escandalosos niveles de corrupción que asolan al país y que se han multiplicado en un 229% con respecto al año 2009. Los datos lo aseveran. Entre enero y noviembre de 2009 se presentaron 221 denuncias por corrupción, lo que da ese incremento del 229% (221% sólo por extracciones arbitrarias hechas por funcionarios públicos en provecho propio), y 1.714 denuncias por abuso de poder.
El presidente de este órgano, Tullio Lazzaro, considera que hay "una especie de sombra o niebla que envuelve el tejido vital del país" y aseguró que Italia no cuenta con "anticuerpos" para hacer frente desde la administración pública a las conductas individuales que "ofuscan la imagen del Estado".
Desde el Tribunal, su fiscal general, Mario Ristuccia, asegura que uno de los mayores problemas de corrupción procede del "fenómeno de las obras públicas proyectadas, pero no terminadas o inutilizadas por su construcción incorrecta" y que son "un enorme derroche de fondos públicos".
Ni la Sanidad pública se libra de la corrupción, según denuncia el organismo, que alarma de la "mala gestión, la ineficacia y los gastos inútiles" en este sector, donde "se han cometido irregularidades en la compra de bienes y servicios, en la gestión de personal y en el nombramiento de cargos".
Esta denuncia llega en mitad de otro caso de corrupción en relación a las obras de la cumbre del G8, celebrada en Cerdeña, cuyos costes se hincharon supuestamente de modo fraudulento.
Dimite el fiscal adjunto de RomaPrecisamente este miércoles, el fiscal adjunto de Roma, Achille Toro, ha presentado su dimisión después de conocerse que se encuentra entre los indagados por la supuesta trama de corrupción en relación a las ya citadas obras de la cumbre del G8.
Toro es investigado por filtrar secretos oficiales junto a Camillo, su hijo, sobre el que pesa también la acusación de tráfico de influencias. El fiscal considera que con su dimisión puede ser "libre de defender su honor y el de su hijo", evitando así "cualquier situación embarazosa" para su trabajo.
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