Quedan dos semanas para que el Congreso convalide (o no) el decreto ley que establece la ayuda de 420 euros para los desempleados sin prestaciones. El Gobierno ha aceptado que tengan derecho a ella quienes agotaron los subsidios el 1 de enero, frente al 1 de agosto que ofreció inicialmente, y ahora trabaja a marchas forzadas para sacar adelante la normativa que lo permite. Ayer, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, pidió a los grupos parlamentarios 'rapidez' para tramitar los cambios acordados y señaló que los servicios públicos de empleo han reconocido ya la prestación a 12.000 personas.

En una entrevista en TVE, Corbacho se refirió así al acuerdo del grupo socialista y los partidos de izquierda para ampliar el subsidio. El ministro dijo que será necesario 'hacer un ajuste en el gasto no productivo, no inversor', porque está previsto que la ayuda sea para 340.000 personas en este trimestre y 255.000 más cuando se apruebe la retroactividad de la medida desde el 1 de enero. El coste de la iniciativa rondará los 1.300 millones de euros, lo que repercutirá en el déficit público.

Corbacho recalcó que no ha habido 'ninguna corrección' por parte del Ejecutivo y sí 'coordinación' diaria 'mañana, tarde y noche' tanto con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como con el portavoz del PSOE en la Cámara Baja, José Antonio Alonso.

Al margen de la polémica sobre los 420 euros, Zapatero recibirá hoy en la Moncloa a los dirigentes de los sindicatos y la patronal para abordar la futura Ley de Economía Sostenible, que sentará las bases de un nuevo modelo de crecimiento económico.

A la reunión están convocados los secretarios generales de CCOO (Ignacio Fernández Toxo) y UGT (Cándido Méndez), y el presidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán. Se trata del primer encuentro del Gobierno y los agentes sociales tras la ruptura de las negociaciones en julio, cuando el Ejecutivo y los sindicatos dieron por acabado el Diálogo Social por la intransigencia de CEOE.