Este artículo se publicó hace 13 años.
La consulta soberanista hace aflorar las diferencias en CiU
El Govern cree que refuerza su reclamación del pacto fiscal pero Duran pide no dividir el país
El Gobierno de la Generalitat de Catalunya cree que el resultado de la consulta soberanista celebrada el domingo en Barcelona fortalece sus posiciones, pese a haber hecho aflorar un poco más las diferencia de forma y fondo entre los dos socios de la federación nacionalista .
El líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, no sólo se ha desmarcado de nuevo de la fuerte implicación de CDC en la consulta, empezando por el propio Artur Mas, sino que no ha tenido rubor alguno en desvelar que su brazo derecho en el Govern, la vicepresidenta Joana Ortega, respondió a la convocatoria para votar "no".
Francesc Homs, secretario y portavoz del Gobierno de CiU, ofició la interpretación de la Generalitat al afirmar que la consulta popular consolida la reclamación del pacto fiscal, versión catalana del concierto económico vasco. Cabeza visible del núcleo duro (pinyol) del sector soberanista de CDC y cerebro gris del modelo fiscal que propone el president, Homs alegó que la consulta recoge "el espíritu positivo de la defensa de los intereses de Catalunya". Según Homs, fue un "acto de afirmación mezclado con un cierto rechazo por cómo el Estado español ha venido tratando a Catalunya en los últimos tiempos".
A pesar de poner en evidencia la ambigüedad de CiU y la contradicción de sus opciones de voto en una consulta cívica sin efecto y en las instituciones representativas, el portavoz aseguró que el Govern se siente "cómodo" porque, a su juicio, la consulta, que culmina una larga campaña a escala municipal iniciada en septiembre de 2009, concuerda con "la idea del derecho a decidir y el pacto fiscal".
Como contrapunto, Homs, se aplicó con igual énfasis en subrayar que en esta legislatura el Govern dará "prioridad a lo que más une al conjunto de ciudadanos de Catalunya", eludiendo así cualquier hipótesis sobre una iniciativa hacia la ruptura con España alentada por la minoría independentista del Parlament.
Ante la inminente votación de la proposición de ley a favor de la independencia presentada por el grupo Solidaritat Catalana, Homs insistió en no ver "ningún tipo de incoherencia" en el hecho de que no sea apoyada mañana por CiU en el Parlament. "El Govern no se dejará marcar el ritmo político por aquellos que, siendo cuatro, han sido incapaces de ir juntos durante cuatro meses", dijo Homs en alusión a la fuga del diputado y cofundador de la coalición, Joan Laporta. "Ni los de un extremo ni los del otro impedirán que tiremos adelante el proyecto del pacto fiscal en esta legislatura", remarcó.
El territorio de UniòDuran invitó al Govern a centrarse en este objetivo, marcando una vez más su territorio. "Nuestra próxima estación es el pacto fiscal y a esto tenemos que dedicar nuestros esfuerzos", subrayó el portavoz de CiU en el Congreso, tras afirmar que la consulta "no ha cambiado nada". Mientras el debate sobre la independencia "divide" al país, la reivindicación del pacto fiscal lo cohesiona", reiteró. "Aquí sí podemos encontrar una gran mayoría de personas a favor; no creemos que pueda haber un 80% de abstención o de gente en contra", añadió Duran, refiriéndose a la abstención.
En un hecho insólito, el secretario general de CiU apoyó su reflexión con la revelación de que la vicepresidenta Joana Ortega, destacada dirigente de UDC, votó "no" en la consulta. "Lo he hecho porque me da la gana, así de claro. Todo el mundo sabe lo que piensa Joana Ortega", dijo tras señalar que tenía su "autorización".
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