Este artículo se publicó hace 15 años.
Completada la ronda de adjudicaciones de proyectos petroleros a firmas extranjeras en Irak
Irak completó hoy una segunda ronda de adjudicación de permisos a empresas extranjeras para desarrollar campos petroleros, en la que destacó la concesión a un consorcio liderado por la rusa Lukoil del yacimiento de West-Qurna 2.
En una rueda de prensa, el ministro de Petróleo iraquí, Husein Shahrastani, anunció la adjudicación a un consorcio integrado por Lukoil y el grupo noruego Statoil del desarrollo de uno de los mayores campos petroleros de Irak, con unas reservas que se calculan en más de 12.500 millones de barriles.
Las dos empresas presentaron una oferta de 1,15 dólares el barril con un objetivo de producción de 1,8 barriles diarios en seis años.
Asimismo, el desarrollo del campo Badra, en la provincia sureña de Wasit, fue concedido a un consorcio integrado por la rusa Gazprom, la turca TPAO, la surcoreana Kogas y la malaya Petronas, que tras presentar una oferta de 6 dólares el barril, acordaron con las autoridades iraquíes reducirla a 5,5 dólares.
El consorcio, encabezado por Gazprom, se ha marcado un techo de producción de 170.000 barriles diarios.
El ministro también explicó que han llegado a un acuerdo con la empresa angoleña Sonangol para explotar el yacimiento de Al Qayara, en la provincia septentrional de Nínive, a un precio de 5 dólares el barril, con un objetivo de producción de 120.000 barriles diarios.
Sonangol, además, se hizo con la licencia para desarrollar el yacimiento de Neyma, también en el norte de Irak, con una oferta de 6 dólares el barril y un objetivo de 110.000 barriles diarios.
Por otro lado, Petronas y la japonesa Japex ganaron la concesión para explotar el campo de Al Garraf, en la provincia de Zi Qar, en el sur, por 1,49 dólares el barril y con un techo futuro de producción de 230.000 barriles diarios.
Ninguna empresa presentó ofertas para los campos del Éufrates central, por lo que Shahrastani dijo que su ministerio se encargará de desarrollarlos.
Ayer, en la misma ronda de adjudicaciones, la multinacional Royal Dutch Shell y Petronas ganaron la licencia para explotar el campo de Maynun, en la provincia meridional de Misan, con unas reservas que se calculan en 12.600 millones de barriles.
Otro consorcio, liderado por la china CNPC, se hizo con el permiso para desarrollar el yacimiento de Halfaya, también en el sur, mientras que ninguna empresa presentó ofertas parar los llamados Campos del Este, situados en la provincia nororiental de Diyala, ni para el yacimiento de Este de Bagdad.
Se trata de la segunda ronda adjudicaciones que organiza el Gobierno iraquí desde 2003, donde estaban en juego el desarrollo de diez campos de petróleo y gas, con la participación de 45 empresas internacionales de 23 países.
En la actualidad, Irak produce una media diaria de unos 2,4 millones de barriles de crudo, que tiene la intención de triplicar en los próximos años.
El año pasado, Irak dio el primer paso para que las grandes petroleras vuelvan a ocupar un papel destacado en el país e invitó a 35 compañías, entre ellas la hispano-argentina Repsol-YPF, a competir por el desarrollo de varios campos de gas y petróleo.
El ofrecimiento fue un importante giro en la política del Ejecutivo, y se produjo 37 años después de que el antiguo régimen del ex partido gobernante Baaz nacionalizara la industria petrolera, en junio de 1972.
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