Este artículo se publicó hace 17 años.
La Comisión Europea pide flexibilidad para los productos agropecuarios del Magreb
La comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, abogó hoy por abrir el mercado europeo a los productos agropecuarios de los países incluidos en la Política de Vecindad de la UE, como Marruecos, Argelia o Túnez.
Ferrero-Waldner presentó hoy una comunicación en la que aboga por dar un nuevo impulso esta política, con la que Bruselas trata de crear un marco estable de cooperación con la Europa oriental y la cuenca mediterránea.
En ese marco, la Comisión Europea negocia acuerdos de libre comercio por separado con los países del Magreb, que reclaman a la Unión Europea (UE) que elimine los aranceles para más productos agropecuarios de los ofertados hasta ahora.
"La cuestión comercial es crucial. Hay que hacer ver a nuestros Estados miembros que si queremos equilibrar los flujos migratorios hay que hacer lo posible para abrir nuestros mercados comerciales, incluido para los productos sensibles", advirtió hoy la comisaria, al ser preguntada al respecto en rueda de prensa.
Ferrero-Waldner precisó que la buena marcha de la negociación también precisa "esfuerzos del otro lado".
Además de la negociación comercial, la Comisión Europea cree necesario reactivar el capítulo migratorio que pasa por facilitar la concesión de visas y el tráfico transfronterizo entre la UE y estos países, y poner en marcha "programas pilotos de movilidad" para combatir la inmigración ilegal y facilitar en paralelo la legal.
La comisaria citó Marruecos y la República de Moldavia como los dos candidatos principales para este tipo de programa.
También con Marruecos la comisaria reiteró su intención de establecer una marco "avanzado" de asociación específico con este país, que le permita participar incluso en algunas políticas comunitarias -Rabat ya suscribe ciertas declaraciones en Política Exterior de la UE-, aunque siempre en el marco de la "vecindad".
El Ejecutivo comunitario propuso hoy también "intensificar" la contribución de la UE a la resolución de los llamados "conflictos congelados" -Sahara Occidental, Oriente Medio, Transnistria, Nagorno Karabaj u Osetia del Sur- que pasa, según la comisaria, por crear un contexto de desarrollo económico y social que propicie la paz.
Por otra parte, abogó por incrementar la ayuda que la Unión presta a los países vecinos en los ámbitos energía, cambio climático, pesca, transportes, política marítima, investigación, sociedad de la información, educación, empleo y políticas sociales.
En paralelo a la comunicación, Bruselas anunció hoy acciones concretas para dinamizar este área de la Política Exterior.
Así, asignó 50 millones de euros para el fondo de facilitación de inversiones europeas en los países vecinos; ayudas de 28 millones, para Marruecos, y de 22 millones, para Ucrania, por sus mejoras en el ámbito de la Administración pública.
Informó, además, de que está negociando con Marruecos, Israel y Ucrania, su posible participación en proyectos y agencias comunitarias -el Estado israelí se sumará en breve al programa de competitividad e innovación.
En paralelo, ha lanzado la iniciativa "sinergia del mar del Norte", que busca dar una dimensión regional a la relación de la UE con los países de la Europa oriental
La Política de Vecindad, iniciada en 2004, se articula sobre los planes de acción o acuerdos de asociación que la UE ha suscrito con Argelia, Israel, Jordania, Moldavia, Marruecos, la Autoridad Palestina, Túnez, Ucrania, Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Egipto y Líbano.
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