Los colegios electorales afganos abrieron hoy sus puertas para dar cabida a unos 11,4 millones de votantes llamados a las urnas en las elecciones parlamentarias, boicoteadas por los principales grupos insurgentes del país.

Como ya sucedió en las presidenciales del año 2009, los colegios abrieron a las 7.00 de la mañana según el horario local (02.30 GMT) y cerrarán a las 16.00 horas, el momento en el que comenzará el recuento en los distintos centros.

Las elecciones están marcadas por el boicot de los talibanes, que dijeron esta semana en un comunicado haber ideado "ciertas medidas para frustrar, el "proceso (electoral) norteamericano", y que las ejecutarían hoy mismo.

"Puede que haya algunos problemas en algunos colegios, pero aún no hemos decidido si se mantendrán abiertos más tiempo", afirmó a Efe un portavoz de la Comisión Electoral afgana (IEC).

La IEC ha establecido 6.835 colegios, pero 1.019 de ellos no se abrirán por razones de seguridad y sus electores podrán acudir a algún otro cercano.

A las elecciones concurren un total de 2.556 candidatos, que compiten por los 259 escaños de la "Wolesi Jirga" o Cámara Baja afgana, de los cuales 68 están reservados para mujeres.

Existen un total de 35 circunscripciones -34 provinciales y una para los nómadas kuchíes-, y los diputados son elegidos mediante un sistema de voto único no transferible, lo que en los pasados comicios de 2005 repercutió en una alta fragmentación de los apoyos.

Distintas fuentes afganas reconocen que será complicado interpretar el resultado hasta pasadas varias semanas, porque casi todos los candidatos concurren como independientes y no está claro si darán su apoyo al presidente, Hamid Karzai, o a la oposición.

Las elecciones afganas suponen un desafío logístico formidable, debido a la orografía complicada, las malas comunicaciones, las elevadas tasas de analfabetismo, la ausencia de un censo y, sobre todo, la amenaza que suponen los insurgentes talibanes.

El Ministerio de Defensa ha anunciado el despliegue de unos 250.000 miembros de las fuerzas de seguridad, entre Ejército, Policía y servicios de espionaje, que contarán con el apoyo de los 150.000 soldados de la ISAF desplegados en el país.

En los últimos días se han multiplicado además las voces que denuncian compras de votos y falsificaciones masivas de tarjetas de votantes, lo que ha incrementado las sospechas de fraude masivo.

Estas son las segundas elecciones parlamentarias desde la caída del régimen talibán.