El juicio de los siete presuntos implicados en el asesinato de tres cristianos que trabajaban para una editorial protestante en la ciudad oriental turca de Malatya comenzó hoy entre grandes medidas de seguridad.

Cinco de los acusados, señalados como autores materiales del asesinato y en cárcel preventiva, se enfrentan a tres cadenas perpetuas cada uno, mientras que los otros dos, que son acusados de ayudar a los principales sospechosos, no están bajo arresto.

Los acusados tienen entre 19 y 20 años, y fueron detenidos en la escena del crimen, ocurrido en una editorial cristina que difundía Biblias y otros textos religiosos en Malatya el pasado 18 de abril.

Las víctimas, dos turcos cristianos y un misionero alemán, fueron acuchilladas y degolladas, después de ser atadas de pies y manos.

En la primera vista del juicio los encausados se negaron a hablar ante el tribunal alegando que no estaban preparados debido a que habían recibido el auto de procesamiento sólo diez días antes.

Este crimen se produjo después del asesinato del cura italiano Andrea Santoro en Trebisonda, al oeste del país, el año pasado, y después de que el periodista de origen armenio Hrant Dink muriese tiroteado en enero pasado en Estambul.

Todos fueron víctimas de jovencísimos asesinos, que presuntamente actuaron instigados por organizaciones ultranacionalistas e islamistas.

En Turquía, un país de unos 70 millones de habitantes que negocia su adhesión a la Unión Europea (UE), viven apenas unos 100.000 cristianos de distintas confesiones, como la ortodoxa, armenia, católica y protestante.

Después de los asesinatos, los familiares de las tres víctimas abandonaron la región temiendo por sus vidas.

El presidente de la asociación pro derechos "Bar" de Diyarbakir, Sezgin Tanrikulu, que asiste al juicio en nombre de las familias de las víctimas, dijo a Efe que el fiscal ha preparado la acusación como si no se procesase a los presuntos asesinos, sino a las víctimas.