Este artículo se publicó hace 16 años.
Comienza el juicio por el asesinato de Politkóvskaya en ausencia del autor material
El proceso judicial por el asesinato de la periodista rusa Anna Politkóvskaya, una de las más críticas con la política del Kremlin, comenzó hoy en ausencia del autor material e intelectual del homicidio.
"En el banquillo de los acusados sólo figura una pequeña parte de los implicados", aseguró Iliá Politkovskii, hijo de la reportera asesinada a tiros en el portal de su casa en Moscú el 7 de octubre de 2006.
La vista preliminar del caso se celebró en el Tribunal Militar de la región de Moscú, con sede en el centro de la capital rusa, donde debía decidirse si el juicio tendrá lugar a puerta cerrada o será público.
No obstante, "la vista se aplazó hasta el 17 de noviembre", señaló a Efe un portavoz del tribunal, sin que se tomara ninguna decisión sobre el procedimiento procesal.
"Nos han dado a entender que el juicio tendrá lugar, previsiblemente, a puerta cerrada, debido a que en el caso existe material secreto", señaló Murad Musáyev, abogado de los hermanos chechenes Majmúdov, dos de los acusados.
El redactor jefe de "Nóvaya Gazeta", Serguéi Sokolov, manifestó a Efe que la razón del aplazamiento es que "aún no se ha tomado una decisión política definitiva sobre si el juicio debe ser público o a puerta cerrada".
"Lo que sí se ha decidido es que los tres acusados estarán bajo custodia hasta el final del proceso judicial", satisfaciendo así la petición de los abogados de la familia de la reportera, comentó.
El 18 de noviembre tendrá lugar la selección de los miembros del jurado popular, en el que recaerá toda la responsabilidad a la hora dictaminar la sentencia, agregó.
Los abogados de la familia de Politkóvskaya han criticado el hecho de que el caso sea visto por un jurado popular, que suelen ser más benévolos con los acusados que los jueces profesionales.
"El asesinato aún no ha sido esclarecido. Espero que las personas más importantes que perpetraron el asesinato sean encontradas", indicó el hijo de la reportera.
El presunto autor material del crimen, identificado como Rustam Majmúdov, es objeto de búsqueda y captura internacional, fuga que ha sido muy criticada por el semanario "Nóvaya Gazeta", donde Politkóvskaya trabajó desde 1999.
Mientras, en el banquillo están dos de sus hermanos, como supuestos cómplices, y también el ex policía Serguéi Jadzhikurbánov, que les podría haber asistido en el asesinato.
Musáyev, abogado de Dzhabraíl e Ibraguim Majmúdov, insiste en la inocencia de sus representados y advierte que, en caso de celebrarse el juicio a puerta cerrada, éstos podrían ser utilizados como "chivos expiatorios", aplazando "sine die" la identificación de los auténticos organizadores del asesinato.
Además, como implicado (no acusado) se encuentra el coronel de los servicios secretos rusos, Pável Riáguzov, quien podría haber facilitado a los asesinos la dirección de Politkóvskaya.
La vista se vio precedida por la polémica, ya que los representantes de Politkóvskaya pidieron su aplazamiento por el presunto intento de asesinato de su abogada, Karina Moskalenko, actualmente hospitalizada tras un supuesto envenenamiento con mercurio en Estrasburgo (Francia).
La jurista, que ha ganado una treintena de casos contra Rusia en el Tribunal de Estrasburgo, también representa los intereses del encarcelado magnate Mijaíl Jodorkovski, del opositor Garry Kaspárov, de los familiares de las víctimas de las tomas de rehenes en el teatro Dubrovka de Moscú (2002) y la escuela de Beslán (2004).
También fue cliente suyo antes de su muerte el ex espía y disidente ruso Alexandr Litvinenko, envenenado en Londres en 2006 con polonio.
"Nóvaya Gazeta" publicó el pasado lunes un número especial que incluía una entrevista con el jefe del equipo investigador del homicidio, Petros Garibián, que desveló que la reportera se cruzó con su asesino en el portal de su casa días antes de su muerte.
El asesinato de Politkóvskaya fue perpetrado cuando la periodista preparaba un artículo sobre las torturas sistemáticas en Chechenia, que fue publicado por sus compañeros cinco días después de su muerte.
Politkóvskaya, que nació en Nueva York en 1958 y tenía doble ciudadanía (rusa y estadounidense), era considerada la periodista más crítica con la política del Kremlin, especialmente en Chechenia y el Cáucaso Norte ruso.
La periodista confesó en varias ocasiones que había recibido amenazas de muerte de los servicios secretos rusos, del Ejército y de otras agencias de seguridad del Estado a las que había criticado con dureza en sus artículos.
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