Bankia sigue manteniendo su intención de empezar a cotizar en Bolsa el próximo 13 o 14 de julio, aunque los revueltos mercados actuales pueden obligarle a cambiar de opinión en el último momento. Todo dependerá de las ofertas que realicen los grandes inversores en los diez días siguientes al inicio de la colocación y, sobre todo, del precio que ofrezcan.

Cualquier cifra por debajo del 45% del valor en libros (es decir, tasar el banco en menos de 5.900 millones) haría que la entidad dejara su salto al parqué para después del verano, aseguran fuentes cercanas a la colocación. El precio con el que dada la incertidumbre en torno a Grecia dejaría tranquilos a los colocadores sería un descuento del 45%, lo que implicaría una valoración de unos 7.200 millones.

Dado que la operación se ejecutará a través de una ampliación de capital en la que se pretenden captar entre 3.000 y 4.000 millones, salir con un descuento del 45% sobre el valor de los activos implicaría vender en torno al 30% del capital del banco.

Para salir al parqué en las fechas previstas, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) le dará previsiblemente mañana el visto bueno al folleto informativo de la operación, en el que se detalla el precio orientativo de las acciones, el calendario, los riesgos de la entidad o su estrategia de negocio.

Rodrigo Rato, presidente del banco, insiste en que la operación puede resultar exitosa, incluso en estos momentos. Cree que los grandes fondos no están dispuestos a quedarse fuera de un valor tan grande.

Quien no mantendrá sus planes iniciales será Banca Cívica. La CNMV no aprobará, al menos hasta la próxima semana, su folleto de salida a Bolsa, con lo que su estreno no será antes de la semana del 18 de julio.

Por otra parte, el presidente de La Caixa, Isidro Fainé, dijo ayer al Financial Times que 'España está haciendo sus deberes', que la concentración del sistema financiero 'va por el buen camino' y que en un año habrá dos grandes bancos y dos grandes cajas.