Este artículo se publicó hace 15 años.
¿El cloro de las piscinas está potenciando epidemia de alergias?
Por Megan Brooks
Nadar en una piscina concloro aumentaría las probabilidades de un niño susceptible alasma y a las alergias a desarrollar esas enfermedades, indicóun estudio.
"Estos datos muestran que al irritar las vías aéreas de losnadadores, los productos con cloro en el agua y el aire de laspiscinas producen un efecto adicional importante sobre laaparición del asma y las alergias respiratorias, como larinitis", dijo a Reuters Health el doctor Alfred Bernard,toxicólogo de la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica.
"El impacto de esas sustancias químicas sobre la saludrespiratoria de los niños y los adolescentes sería mucho másgrande, por lo menos cinco veces mayor, que la que produce elhumo (de cigarrillo) de segunda mano", indicó Bernard.
Junto con los estudios previos realizados por el mismoequipo, "existen pocas dudas de que el cloro de las piscinassea un factor importante en la epidemia de las enfermedadesalérgicas que afectan al mundo occidental".
En el nuevo estudio, el equipo comparó la salud de 733adolescentes, de 13 a 18 años, que nadaron en piscinas concloro al aire libre y cubiertas durante distintas cantidades detiempo, con 114 adolescentes (grupo de control) que nadaronprincipalmente en piscinas higienizadas con una concentraciónde cobre y plata.
En niños sensibles a las alergias, nadar en piscinas concloro elevó significativamente la probabilidad de desarrollarasma y alergias respiratorias, publicó la revista Pediatrics.
Entre los adolescentes "sensibles", la probabilidad dedesarrollar fiebre del heno fue entre 3,3 y 6,6 veces mayor enlos que nadaron en agua con cloro más de 100 horas, mientrasque el riesgo de rinitis alérgica creció entre 2,2 y 3,5 vecesen los que nadaron más de 1.000 horas en piscinas con cloro.
Por ejemplo, 22 de 369 (el 6 por ciento) de los niños y losadolescentes que habían nadado en piscinas con cloro de 100 a500 horas en su vida tenían asma, a diferencia de los quehabían nadado menos de 100 horas (2 de 144 o el 1,8 porciento).
Las proporciones de asmáticos crecieron con la exposición a14 de los 221 (el 6,4 por ciento) que habían nadado 500 a 1.000horas y 17 de los 143 (el 11,9 por ciento) que habían nadadomás de 1.000 horas.
El riesgo de asma y alergia no se vio modificado por nadaren piscinas desinfectadas con cobre-plata y los niños sintendencia alérgica no tuvieron más riesgo de desarrollaralergias.
"La única explicación posible" para esas observaciones,indicaron los autores, es que las sustancias tóxicas del cloroen el agua o en el aire en la superficie de la piscina producencambios en las vías aéreas y favorecen el desarrollo de lasenfermedades alérgicas.
"Probablemente no sea casualidad que los países con lamayor prevalencia de asma y de alergias respiratorias sonaquellos donde las piscinas son muy populares" dijo Bernard aReuters Health.
Estos resultados, concluyó el equipo, "refuerzan" lanecesidad de seguir estudiando el tema e implementar normassobre los niveles de esas sustancias en el agua y el aire delas piscinas.
FUENTE: Pediatrics, octubre del 2009
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.