Este artículo se publicó hace 14 años.
Las clases siguen en el instituto de Pozuelo en ausencia de Najwa
Las clases continúan hoy en el instituto Camilo José Cela de Pozuelo de Alarcón (Madrid) en ausencia de Najwa, la joven que fue apartada del aula por su deseo de estar en ella con la cabeza cubierta con un pañuelo o "hiyab".
En la tapia exterior del centro han aparecido hoy varias pegatinas con el lema "Stop a la islamización", con las siglas de un partido de extrema derecha y la imagen de una mezquita en el interior de un círculo, como la señal de tráfico de prohibido.
Las pegatinas estaban siendo retiradas esta mañana, mientras los alumnos llegaban al instituto.
Entre ellos las cuatro jóvenes que estos días han acudido con un velo en apoyo a Najwa, con la que dicen estar en contacto, ya que no acude a clase y está en su casa, afectada por el caso.
Las niñas han declarado a la prensa que van a seguir con su protesta y han pedido trato igualitario a los extranjeros respecto a los españoles.
Después de traspasar la verja de acceso al recinto, ya en el patio, los periodistas han visto cómo las jóvenes se quitaban el pañuelo de la cabeza.
Una madre de otra alumna, que ha dicho llamarse Paqui y se ha definido como "cristiana", ha defendido las normas de régimen interno del instituto, uno de cuyos artículos, que fue ratificado ayer por el Consejo Escolar, establece que "en el interior del edificio no se permitirá el uso de gorras ni de ninguna otra prenda que cubra la cabeza".
"Las normas hay que acatarlas. Si permiten esto (el velo) es como si mi hija decidiera mañana venir con mantilla y peineta", según Paqui.
Una profesora del centro, que no ha querido dar su nombre, ha subrayado que allí estudian 450 alumnos y que Najwa "no es la única", al tiempo que ha pedido a la prensa que deje trabajar a los profesores.
La dirección del centro no ha querido hacer hoy comentario alguno y se remite al acuerdo del Consejo Escolar que ayer ratificó la negativa a permitir el uso del velo en la clase.
La puerta ha quedado abierta a que, en el caso de que Najwa quiera seguir con su pañuelo en la cabeza, pueda ser trasladada a otro centro en cuyo reglamento no figure esa prohibición.
Tampoco el padre de la joven responde a las llamadas de teléfono para saber cuál será su actitud ante la posición del centro.
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