Este artículo se publicó hace 14 años.
CiU duda que Montilla quisiera el cara a cara
Artur Mas anuló la mitad de su agenda para preparar el debate
Tras conocer la noticia de que no habría finalmente debate, el jefe de la campaña de CiU, David Madí, manifestó anoche que la federación "comparte la perplejidad de miles de ciudadanos" que querían ver un cara a cara que habría sido "un momento histórico" para Catalunya. Madí no quiso acusar directamente al PSC de la no celebración del debate, aunque sí dejó dos dudas en el aire: "Siempre nos quedará la duda de por qué el PSC no lo aceptó en su momento y de si ya sabía el domingo al plantearlo que no podría celebrarse". Asimismo, el estratega de Mas aseguró que "hay que reformar a fondo los mecanismos de la junta electoral" porque la norma en que se basan "proviene de la Transición".
La cúpula de CiU pasó ayer el día encerrada en su sede de la calle Córcega de Barcelona, atenta a lo que acontecía en la sede de la Junta Electoral y de las afirmaciones que surgían del cuartel general del PSC. El candidato de la federación, Artur Mas, mantuvo su agenda matinal pero reservó la tarde a preparar el debate cara a cara que su equipo preveía celebrar en TV3 a partir de las 22.30 horas. Un pequeño equipo de asesores llevaba trabajando desde el lunes por la mañana para allanarle el camino, preparativos que se hicieron inútiles a las 21.30 horas cuando definitivamente se abortó el debate.
Hasta las siete de la tarde, el equipo de Mas consideró la posibilidad de que el presidenciable nacionalista participara en el mitin de cierre de campaña en Lleida, que finalmente protagonizó en solitario el número dos de la federación, Josep Antoni Duran i Lleida. A las 19.30 horas descartaron la posibilidad de que el debate acabase celebrándose.
Por la mañana, Mas arremetió contra una de las medidas estrella lanzadas por Iniciativa per Catalunya dentro del Gobierno de la Generalitat: la limitación de la velocidad a 80 kilómetros por hora en los accesos a Barcelona. A pesar de que el director del Servei Català de Trànsit, Josep Pérez Moya, ha explicado en numerosas ocasiones que la medida ha reducido un 50% la siniestralidad en las vías afectadas, Mas lo niega.
Los datos objetivos de la autoridad catalana del tráfico no convencen a Artur Mas, que ayer hizo una nueva proclama para acabar "con el legado de ICV" en la Conselleria d'Interior. Según manifestó el candidato de CiU a la Presidencia de la Generalitat, la limitación de velocidad no sólo no contribuye a reducir accidentes sino que los provoca porque genera "distracción" en los conductores. "Si no pensara así", dijo, "no me atrevería a plantear su variación".
Según el presidente de CiU, la reducción de la siniestralidad que se ha vivido en las carreteras catalanas ha sido fruto de la aplicación del carné por puntos y del despliegue de los Mossos d'Esquadra. Mas también criticó que Participació y Memòria Històrica quedaran bajo la tutela de Joan Saura y volvió a evitar pronunciarse sobre si suprimirá o no el Memorial Democràtic, institución destinada a la recuperación de la memoria de los que sufrieron la represión franquista.
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