Este artículo se publicó hace 16 años.
Cisjordania sale a las calles en protesta por los ataques israelíes a Gaza
Miles de palestinos tomaron hoy las calles de las principales ciudades de Cisjordania para exigir el fin de los ataques israelíes a Gaza, que desde el miércoles se han cobrado la vida de más de 100 palestinos, en su mayoría civiles.
La operación israelí, aérea y terrestre, ha tenido como objetivo principal el campo de refugiados Yabalia, al norte de la Franja, y en ella han resultado heridas más de 300 personas.
Por parte israelí, han muerto dos soldados y un civil desde el inicio de la ofensiva.
En Gaza, al menos diez palestinos resultaron muertos hoy, en el quinto día de la ofensiva militar israelí, la más sangrienta desde 2005.
Esta mañana, el gabinete del primer ministro israelí, Ehud Olmert, resolvió seguir adelante con los ataques aéreos y terrestres, a pesar de las críticas internacionales por el alto número de víctimas y por la reacción "desproporcionada" del ejército israelí hacia la población de Gaza.
Como en días anteriores, la Fuerza Aérea fue la que hoy llevó el peso de la ofensiva israelí y sembró el pánico entre los palestinos de Gaza, que permanecían sin apenas actividad y refugiados en sus casas.
"Las oficinas y tiendas están cerradas y los colegios no han abierto sus puertas", dijo a Efe Zakaria Attoun, miembro de Al Fatah en Gaza, quien advirtió que en dos o tres días la población puede quedarse sin agua.
Más crítica en estos momentos es la situación en los hospitales, donde escasean los medicamentos y los equipos de primera necesidad.
Al menos 300 palestinos heridos cruzaron hoy a Egipto por el paso fronterizo de Rafah, después de que las autoridades de El Cairo permitieran su entrada para trasladarles a sus hospitales.
Esta es la segunda vez que se abre la frontera este año, después de que en enero pasado milicianos de Hamás volaran parte del muro fronterizo, lo que permitió durante once días la entrada masiva de palestinos a Egipto para comprar productos y escapar al bloqueo que mantiene Israel sobre Gaza desde 2007.
Según el Ejército israelí, la brecha no sólo permitió la entrada de productos básicos, sino también de ingentes cantidades de armas y de cohetes GRAD, disparados en la actual espiral de violencia.
Unos 35 cohetes, algunos de ellos de 122 milímetros, cayeron hoy en territorio israelí, donde provocaron el pánico en poblaciones como las de Sderot y Ashkelón, en las que se informó de una decena de heridos leves.
Los GRAD tienen un alcance de 18 a 20 kilómetros -a diferencia de los Kasam, que tienen hasta 12- y la primera vez que las milicias palestinas los utilizaron fue el miércoles de la semana pasada, lo que dio lugar a la ofensiva israelí.
"Si alguien en Gaza tiene la ilusión de que aumentar el alcance de los cohetes disparados conseguirá el fin de nuestras operaciones está, simplemente, equivocado", manifestó el jefe Ejecutivo israelí, Ehud Olmert, en una reunión con su Consejo de Ministros.
Y afirmó que la ofensiva no se detendrá "ni por un segundo".
Con ello, rechazó en estos momentos una operación más fuerte que la que el Ejército lanzó el miércoles, porque ésta sólo se hará "en el momento oportuno".
La opción de lanzar una ofensiva aún mayor le parece más "tangible" al ministro de Defensa, Ehud Barak, quien advirtió que Israel estudia intensificar sus ataques.
La actual ofensiva es, según las estadísticas, la más sangrienta desde 2005 y el número de muertos ayer sábado, 64 palestinos, el más alto en un sólo día desde la Operación Muro de Defensa en 2002, que tuvo como objetivo el territorio de Cisjordania.
Hoy, se vieron en este territorio -controlado por el presidente de la ANP, Mahmud Abás- numerosas protestas por los ataques israelíes a Gaza y miles de personas tomaron las calles de las principales ciudades palestinas para manifestarse, recordando las imágenes de la primera Intifada y comienzos de la segunda.
En Hebrón, donde se registraron las protestas más violentas, un adolescente palestino de 14 años murió abatido por soldados israelíes y otras cuarenta personas resultaron heridas.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP) ha respondido a los ataques israelíes con una suspensión de forma momentánea de las negociaciones de paz.
Abás debía reunirse con Olmert esta semana y el encuentro, así como los de sus equipos negociadores, ha sido aplazado hasta que concluya la ofensiva, informaron fuentes palestinas.
Por su parte, la comunidad internacional, preocupada por la situación humanitaria en la Franja y el futuro del proceso de paz en Oriente Medio, ha condenado los ataques contra civiles a los dos lados de la frontera.
"Los miembros del Consejo están profundamente preocupados por la pérdida de vidas civiles en el sur de Israel y de Gaza, y condenan la escalada de violencia que ha tenido lugar", dice un comunicado del Consejo de Seguridad de la ONU, que volverá a reunirse el lunes para abordar la situación.
El secretario general, Ban Ki-moon, consideró que los ataques israelíes son "excesivos y desproporcionados" como respuesta al disparo de cohetes contra su territorio, hecho que también condenó.
En iguales términos se expresó la Unión Europea, cuyo Alto Representante de Política Exterior y Seguridad Común, Javier Solana, llega esta noche a la región parta instar a los dirigentes israelíes y palestinos al cese inmediato de la violencia.
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