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Cinco muertos en protestas de la etnia han en China

Reuters

Cinco personas murieron en disturbios esta semana en la ciudad occidental de Urumqi, informó el viernes un responsable local, en el tercer día de protestas que han sido dispersadas por la policía utilizando gases lacrimógenos.

Los manifestantes se reunieron en las calles de Urumqi, capital de la región de Xinjiang, molestos con las autoridades a las que acusan de no controlar una serie de ataques con jeringuillas y de someter a los uigures a juicios demasiado lentos por los violentos disturbios del 5 de julio.

Las manifestaciones son un raro desafío directo a las autoridades por parte de residentes de clase media y podrían alentar resentimientos étnicos, mientras Pekín se prepara para exhibir los logros de la nación el 1 de octubre, en el 60 aniversario del Gobierno comunista.

Las tropas bloquearon el acceso de los manifestantes a vecindarios donde viven uigures, pueblo musulmán de habla túrquico nativo del área, rica en petróleo.

Enfrentado una disminución en el apoyo entre la mayoría china han, Pekín envió al ministro de Seguridad Pública, Meng Jianzhu, a Urumqi, quien instó a los funcionarios locales a "restaurar el orden social lo más pronto posible".

Los disturbios ocurrieron dos meses después de que se produjeran mortales enfrentamientos étnicos en la ciudad, causando la muerte de al menos 197 personas, la mayoría chinos han.

La agitación del 5 de julio comenzó después de que la policía evitara manifestaciones por la muerte de trabajadores uigures en una fábrica, los cuales fueron atacados por compañeros de trabajo han en el sur de China a finales de junio.

Entre las cinco personas que murieron el jueves, se confirmó que dos eran "civiles inocentes" mientras la policía investigaba las circunstancias de la muerte de los otros, dijo el vicealcalde, Zhang Hong. No especificó su etnia ni tampoco cómo murieron.

En las manifestaciones del jueves, multitudes pidieron al jefe del Partido Comunista regional, Wang Lequan, que renuncie.

Meng se reunió con altos funcionarios de Gobierno, policías antidisturbios y residentes, según mostró la televisión estatal, y repitió las acusaciones del Gobierno de que separatistas trataban de generar inestabilidad al planear ataques con jeringuillas.

"Mantener la estabilidad es la tarea central de importancia primordial en Xinjiang en el momento actual", dijo según informó Xinhua, y prometió castigos para aquellos implicados en la violencia o que estén "minando la unidad ética".

ATAQUES CON JERINGUILLAS

Un total de 21 uigures fueron detenidos en conexión con ataques con jeringuillas, dijo Zhang. Algunos padres tenían miedo de enviar a sus hijos a las escuelas.

Las fuerzas de seguridad chinas en Urumqi usaron gases lacrimógenos para dispersar nuevas protestas el viernes, después de que miles de chinos exigieran mejor seguridad en medio de la alarma causada por supuestos ataques con jeringuillas.

En una de las protestas, un grupo de jóvenes han desplegó una bandera e intentó llevar adelante una marcha hasta la plaza del Pueblo, en el centro de la ciudad, mientras gritaba "seguridad".

Multitudes enojadas confrontaron a las tropas paramilitares y a la policía en las intersecciones, demandando "más derechos para el pueblo han".

"Estos uigures han estado atacándonos con agujas", dijo un hombre que trataba de pasar una de las barreras selladas de un vecindario uigur. "Debemos solucionar este problema", agregó.

Para los uigures, la multitud era un aterrador recordatorio de los ataques contra su vecindario el 7 de julio, cuando chinos han exigían venganza por los disturbios dos días antes.

Los uigures dijeron que muchos jóvenes habían sido arrestados y permanecían sin recibir cargos desde julio.

La población de Xinjiang está dividida principalmente entre uigures, durante mucho tiempo el grupo mayoritario de la región, y chinos han, muchos de los cuales llegaron a la zona en las últimas décadas. La mayoría de los residentes de Urumqi son han.

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