Este artículo se publicó hace 15 años.
Los chinos aprenden a hacer tortilla de patatas y croquetas con el Instituto Cervantes
Los chinos tienen la oportunidad ahora de aprender a preparar típicos platos de la gastronomía española, desde el pan con tomate y jamón a unas croquetas o la sempiterna tortilla de patata, con el recetario "Cocinando en Español", que el Instituto Cervantes presentó hoy en su sede pequinesa.
Ilustrado con bellas fotografías e impreso en castellano y mandarín, el recetario es parte de la campaña del Cervantes y otras instituciones oficiales españolas para promocionar la gastronomía española en China.
Los dieciséis platos elegidos -y bebidas, pues el recetario también enseña a hacer sangría- son, en palabras del consejero económico y comercial de la Embajada de España, Ignacio Mezquita, "parte de nuestra historia individual".
Platos "con los que cada español tiene una relación afectiva", destacó Mezquida, expresando el deseo de que pronto los chinos también le cariño también al salmorejo, la paella, las patatas bravas, el pisto y otras especialidades cuya preparación se explica el libro.
Por su parte, la directora del Cervantes de Pekín, Inmaculada González, indicó en la presentación que el recetario busca que los ciudadanos del país asiático "puedan experimentar con la comida española en su casa, usando ingredientes que pueden adquirir en los mercados chinos".
González subrayó que es uno de los primeros recetarios de comida española que estará disponible en mandarín, y añadió que confía en que haya posteriores ediciones, "ya que ha quedado mucho que contar".
Prologa el recetario el cocinero catalán Jordi Vallés, toda una estrella en Pekín ya que él y su restaurante "Agua" fueron premiados este año como unos de los mejores de la capital china por la revista en inglés "City Weekend".
El libro, del que se han editado 20.000 ejemplares, se entregará de forma gratuita a aquellos interesados en la cocina española en el mismo Instituto Cervantes y en los diversos actos de promoción de España que se organicen en el futuro en la ciudad.
Con ayuda de programas como el Plan Agroalimentario en China y la iniciativa de empresarios españoles y chinos, la cocina española y alimentos tan típicos de ésta como el aceite de oliva, el jamón o el vino ya tienen cierta presencia en el gigante asiático, aunque más en las grandes metrópolis (Pekín, Shanghái) que a nivel nacional.
Tal presencia se nota, por ejemplo, en el hecho de que el 50 por ciento del aceite de oliva extra que China importa sea español, o que los vinos hispanos ocupen el sexto lugar de los vendidos en el país.
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