Este artículo se publicó hace 14 años.
China termina de construir su gigantesco pabellón para la Expo 2010 de Shanghái
La estructura del enorme pabellón nacional de China, el edificio más emblemático de la Exposición Universal de 2010, que se celebrará en Shanghái entre mayo y octubre, acaba de ser terminada, y hoy la prioridad es ya concluir su decoración interior para que todo esté listo en abril.
El pabellón, conocido como la "Corona de Oriente" y levantado sobre una parcela de 20.000 metros cuadrados, es una estructura piramidal truncada apoyada en cuatro enormes patas, inspirada en la técnica arquitectónica tradicional china del "dougong", una forma de crear tejados combinando vigas de madera encajadas entre sí.
El edificio más espectacular de la Expo, levantado para permanecer tras el evento, al igual que las demás estructuras permanentes del recinto, se alza con su exterior completamente terminado, y pretende simbolizar la tradición y la modernidad del gigante asiático.
En la fachada destacan sus seis capas de vigas cruzadas, de brillante color rojo, que forman un espacio desde los 30 a los 63 metros de altura, apoyadas en 56 repisas que simbolizan las 56 minorías étnicas de China, una idea que se verá reforzada tras la Expo, cuando se convierta en un museo de historia y cultura china.
"El pabellón tiene elementos tanto tradicionales como modernos", explicó a los medios su diseñador, el arquitecto He Jingtang, de 72 años, ya que su color es rojo como los muros imperiales de la Ciudad Prohibida de Pekín, pero su interior es "verde, con el uso de técnicas de ahorro de energía y amistosas con el medio ambiente".
La construcción del pabellón comenzó el 18 de diciembre del 2007 y concluyó la semana pasada con una ceremonia ante un millar de personas, entre miembros del gobierno local, diseñadores y obreros que participaron en su construcción, que dio por concluida la estructura entre confetis y tambores tradicionales.
"El proyecto permite a los visitantes experimentar el esplendor de la civilización china y sus brillantes logros de la modernidad, y es una plataforma clave para los intercambios entre culturas", afirmó Yu Zhengsheng, secretario general del Partido Comunista de China (PCCh) local, el máximo líder político de Shanghái.
"Su diseño único expresa plenamente los conceptos de 'Corona de Oriente', como cima de la prosperidad de China, granero que da alimentos al mundo entero y enriquece a su población, y reflejo de la cultura china y de los buenos deseos de su gente para llevar una vida feliz", dijo por su parte el alcalde de la ciudad, Han Zheng.
Se espera que la Expo atraiga entre el 1 de mayo y el 31 de octubre próximos a unos 70 millones de visitantes (cinco de ellos extranjeros), de manera que unas 400.000 personas de media visitarán al día los 140 pabellones del recinto.
Sin embargo, el pabellón de China no puede acoger a más de 40.000 personas al día, por lo que Han pidió recientemente a los 20 casi millones shanghaineses que eviten visitar el pabellón chino durante la Expo, y que lo hagan durante los ensayos generales con público del próximo mes de abril, o en el futuro, tras el evento.
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