Este artículo se publicó hace 14 años.
Chile inicia una reñida votación para elegir un nuevo presidente
Los chilenos comenzaron el domingo a votar para elegir un nuevo presidente, en una reñida segunda vuelta en la que un multimillonario de derechas llega con una leve ventaja frente al candidato del bloque de centroizquierda que gobierna el país desde hace 20 años.
Las autoridades señalaron que las mesas de sufragio comenzaron a armarse sin mayores problemas alrededor de las 07:00 hora local (1000 GMT), y los primeros electores se acercaban para votar en la que se espera que sea la segunda vuelta más ajustada de los últimos años.
Una proyección reciente de la encuestadora MORI, la última antes de los comicios, mostró que Sebastián Piñera, un empresario de derecha, obtendría un 50,9 por ciento de los votos, mientras que el candidato de la oficialista Concertación, Eduardo Frei, lograría un 49,1 por ciento.
Esta estrecha diferencia puso en duda el liderazgo del que gozaba el magnate en los días que siguieron a la primera vuelta cuando Piñera obtuvo un 44,05 por ciento de los votos, mientras que Frei se quedó con un 29,6 por ciento.
La elección es la más difícil para la coalición de centroizquierda que recuperó la democracia en 1990, dio prosperidad económica y desarrollo social a Chile, pero en los últimos años ha sufrido desgaste y divisiones internas.
la danza nacional - en un acto en un barrio del sur de la capital chilena.
"Quedan menos de 24 horas para que cada chileno se exprese en el silencio de la urna, con un lápiz y un papel, como lo sabemos hacer, y ahí esta nuestra fuerza", dijo Frei, quien votará en el sur del país.
Piñera, por su parte, se reunió el sábado con vecinos de la zona norte de Santiago y jugó al fútbol.
"Ha habido una campaña del terror (...) Nada de eso es verdad. Yo quiero decirles ante ustedes, aquí, que nuestro Gobierno va a ser un Gobierno de unidad nacional para todos los chilenos", dijo el empresario en una de sus actividades.
Piñera, que ha dejado la puerta abierta a contar con colaboradores que trabajaron en la dictadura militar de Augusto Pinochet entre 1973 y 1990, sedujo a electores desencantados con la Concertación, pese a la alta popularidad de la actual presidenta Michelle Bachelet.
El candidato y empresario de 60 años, que según Forbes tiene una fortuna de 1.000 millones de dólares, hizo suya la bandera del "cambio" durante la campaña, pero analistas ven pocas modificaciones en el plano político y económico si resulta elegido.
CLAVE PARA EL BLOQUE GOBERNANTE
Para los analistas, el resultado será clave para el futuro de la Concertación, que fue remecida por la salida de dos de sus cuatro jefes de partidos tras la primera vuelta en diciembre, pero retomó con fuerza su campaña en las últimas semanas.
Frei, de 67 años, ha recibido el apoyo de los dos candidatos de izquierda que no lograron pasar a la segunda vuelta, unidos por la idea de que la derecha y los colaboradores de Pinochet no lleguen nuevamente al poder.
Sin embargo, analistas han dicho que el apoyo de uno de ellos, el ex candidato progresista Marco Enríquez-Ominami que obtuvo el 20,13 por ciento de los votos en la primera ronda, llegó tarde y no lograría revertir el liderazgo de Piñera.
Frei promete seguir con los planes de protección social que impulsó Bachelet para los chilenos de menores ingresos que buscan reducir una de las brechas más amplias entre ricos y pobres en América Latina, pese a la prosperidad del país.
La segunda vuelta obligó a muchos chilenos a interrumpir o postergar sus vacaciones en medio del verano austral, aunque hay coincidencia en que nada alterará demasiado el rumbo de una de las economías más sólidas de América Latina.
"La percepción generalizada es que las cosas no van a cambiar mucho", dijo Daniel Kerner, analista del grupo consultor Eurasia Group.
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