Chaves defiende un papel destacado de las regiones en el proyecto europeo

El presidente andaluz, Manuel Chaves, ha defendido hoy el papel destacado que deben desempeñar las regiones en el desarrollo del "gran proyecto europeo" y ha apostado por lograr un "eficaz equilibro" entre las decisiones comunitarias a nivel general y las que afectan a las regiones.

Chaves ha inaugurado hoy una reunión en Sevilla de la Conferencia de las Regiones Periféricas y Marítimas, en la que participan 150 regiones de 28 estados miembros o no de la UE, y en la que los participantes abordarán las políticas regionales después de 2013.

El presidente andaluz ha defendido las políticas de cohesión como marco para apostar por un "desarrollo económico y social solidario e integrador, en cuyo diseño participen las regiones".

Puso como ejemplo de que el impulso regional es un activo de la UE en su conjunto el avance conseguido por Andalucía en los últimos veinte años de integración europea

Ha asegurado que ningún país o región "podrá avanzar con más rapidez fuera del contexto de una Europa unida y solidariamente integrada", y ha sostenido que la persistencia de desequilibrios entre Estados o regiones supone un "serio obstáculo para la prosperidad del conjunto y para conseguir los objetivos de Lisboa de convertir a la UE en la potencia económica más competitiva del mundo".

En cuanto al Tratado de Lisboa, acordado en el mes de diciembre pasado por los jefes de Estado y de gobierno de la UE, ha dicho que es un "punto de partida" y un "gran avance al que hay que llenar de contenido".

Asimismo, ha proclamado la necesidad de que la UE aborde retos de forma común como el cambio climático, la inmigración o las políticas de I+D+I.

En el mismo foro de reflexión ha intervenido el secretario de Estado del Gobierno español para Asuntos Europeos, Alberto Navarro, quien se ha referido al marco comunitario de apoyo 2007-2013, en el que España recibirá unos 80.000 millones para la Política Agraria Comunitaria (PCA) y los fondos de cohesión.

Ha expuesto también la posición del Gobierno español en relación con la revisión de las políticas presupuestarias de la UE y ha indicado que el debate de ingresos y gastos debe ser globalizado y que la contribución de cada Estado al presupuesto comunitario debe estar en función del nivel de riqueza.