Este artículo se publicó hace 15 años.
CEOE reclama vía libre para los ERE
Díaz Ferrán pide que los Expedientes de Regulación de Empleo no requieran autorización administrativa // El presidente de la patronal insiste en que el despido es «carísimo»
Pedro González
Las recetas de la patronal comenzaron con el “paréntesis en el libre mercado”. Después, despidos más baratos mediante el “contrato anticrisis con 20 días de indemnización”. Ahora, más facilidades para los despidos colectivos. CEOE introdujo ayer una nueva propuesta en su demanda de una “ineludible” reforma laboral. El presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, en un desayuno informativo, reclamó ayer que los expedientes de regulación de empleo (ERE) no necesiten autorización administrativa.
La legislación actual establece que los recortes de personal que afecten, al menos al 10% de la plantilla, sean controlados por la Administración; principalmente, la autonómica, que tiene trasferidas las competencias. Sólo cuando la regulación de empleo afecta a varias comunidades, el asunto corresponde al Ministerio de Trabajo.
Cuando se presenta un ERE, la normativa da un plazo de entre 15 y 30 días, según el tamaño de la compañía, para negociar un acuerdo con el comité de empresa. Si no se logra, hay otro plazo de 15 días para que la Administración autorice o deniegue el expediente.
Pero ayer, Díaz Ferrán se quejó de que los expedientes “se eternizan”. “Los ERE deben ser rápidos” y no necesitan “para nada” la autorización administrativa, señaló. En 2008, se autorizaron 6.227 despidos colectivos (un 62% más que en 2007) que afectaron a 147.476 trabajadores (un 152% más que el año anterior).
Coste de salida
Además, el presidente de CEOE insistió en su petición de “rebajar el coste de entrada y salida” del mercado de trabajo. “No pedimos el despido libre porque ya existe; lo que pasa es que es carísimo”, manifestó.
Díaz Ferrán hizo suya la propuesta de la patronal madrileña CEIM de un nuevo contrato, con una indemnización por despido de 20 días por año trabajado, con un límite de 12 meses (como la que ahora está fijada para el despido procedente; cuando es improcedente se abonan 45 días por año, con un límite de 42 meses). La reforma laboral de 1997 acordó un contrato con indemnización de 33 días, pero apenas se ha utilizado. El presidente de la patronal aseguró que el contrato que propone “daría confianza” para transformar empleos temporales en fijos.
El portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, presente en el acto de ayer, tomó la palabra para fijar la posición de su partido. “¿Abaratar el despido ahora? No. No se puede introducir más desconfianza”, dijo. También estaban presentes el ministro de Industria, Miguel Sebastián, y la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, pero declinaron la invitación a dar su opinión.
Al término del acto, Sebastián sí hizo un comentario. “Ha cerrado el paréntesis de la economía de mercado”, dijo, aludiendo a las palabras de Díaz Ferrán en las que defendió hace meses más intervención pública frente a la crisis. Ayer, sin embargo, el dirigente empresarial dijo que la patronal “no es partidaria de ningún tipo de nacionalización”, rechazó el proteccionismo y abogó por “huir del intervencionismo”.
Más directos fueron otros miembros del Gobierno. El vicepresidente económico, Pedro Solbes, afirmó en el Congreso que “todo empresario tiene la pretensión de tener los menores obstáculos posibles, pero hay que buscar un equilibrio entre los intereses empresariales y los de los trabajadores”. El presidente José Luis Rodríguez Zapatero aprovechó su intervención en el Senado para insistir en que “no habrá reformas que debiliten los derechos de los trabajadores”, informa Ana Pardo de Vera. “Tengo la convicción de que otras iniciativas serán mucho más eficaces, especialmente las centradas en la educación”, agregó.
El Banco de España, por su parte, insistió en que hay que hacer una “reflexión” sobre el funcionamiento del mercado laboral, para “evitar que los ajustes de la economía caigan en exceso sobre el empleo”, según manifestó ayer el director de su Servicio de Estudios, José Luis Malo de Molina.
Desde el otro lado de la mesa de diálogo social, el secretario de Acción Sindical de UGT, Tony Ferrer, declaró que “la única obsesión” de Díaz Ferrán “es cómo destruir empleo de la forma más rápida y barata”. CCOO dijo que no se da por enterada de las palabras del presidente de CEOE, porque “el diálogo social no funciona por ocurrencias que tengan los actores sociales”, según su secretario de Comunicación, Fernando Lezcano.
Comprensión por la banca
Además de hablar del despido, Díaz Ferrán dijo que los empresarios entienden que “bancos y cajas tienen también problemas importantes”. Propuso mejoras en las ayudas del ICO en línea con las que plantean las entidades financieras: que asuma más riesgo, que cubra más morosidad, que eleve los márgenes para la banca y que vaya también a empresasmás grandes.
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