Este artículo se publicó hace 15 años.
La centro-derecha de Merkel, en riesgo en los comicios alemanes
Los alemanes comenzaron a votar en unas elecciones que aparentemente mantendrán a la canciller Angela Merkel en el poder, pero que podría arrebatarle el Gobierno de centro-derecha que ella dice que es necesario para revivir a la mayor economía de Europa.
Cuatro años después de que asumió el poder al frente de una extraña "gran coalición" con los Social Demócratas (SPD), Merkel disfruta de altos índices de popularidad y los sondeos de opinión dan a sus conservadores una cómoda ventaja de entre 8 a 11 puntos sobre sus tradicionales rivales.
Pero después de realizar una cuidadosa campaña que fue ampliamente criticada por carecer de pasión y substancia, los Demócrata Cristianos (CDU) de Merkel han visto caer su respaldo en las últimas semanas y la canciller ya no tiene garantizada una coalición a su elección con el Partido Democrático Libre (FDP).
Si no consigue el respaldo suficiente para unirse al FDP, probablemente se verá obligada a retomar la misma incómoda sociedad de izquierda y derecha que ha presidido desde 2005, lo que condenaría sus planes de realizar rebajas de impuestos y extender la vida de las plantas nucleares del país.
La seguridad ha sido rigurosa tras una serie de vídeos de Al Qaeda divulgados la semana pasada que amenazaban a Alemania con un "duro despertar" si los votantes apoyaban a un Gobierno que siga enviando tropas a Afganistán. Unos 4.200 soldados alemanes están desplegados en el país como parte de una fuerza liderada por la OTAN.
Los centros de votación abrieron a las 8.00 hora local (0600 GMT) para los 62 millones de votantes de Alemania y los primeros sondeos a pie de urna deberían conocerse cerca de las 18.00 (1600 GMT), aunque podría llevar algo de tiempo para que el resultado sea claro.
Tomará tiempo el saber si los conservadores de Merkel se beneficiaron de una rareza en las normas electorales de Alemania y reciben lo que los encuestadores dicen que podrían ser hasta 20 cupos extras en el Parlamento -una ganancia que podría inclinar la balanza hacia una mayoría de centro-derecha.
Se estima que uno de cada cinco votantes permanecía indeciso el día previo a la votación, lo que aumenta las posibilidades de una sorpresa.
"Va a ser otra carrera ajustada", dijo Manfred Guellner, director del grupo de encuestas Forsa, cuyo sondeo del viernes dejó a Merkel al borde de conseguir la mayoría para un gobierno de centro-derecha.
La elección se da en un momento crucial para Alemania, que está saliendo de su recesión más profunda de la era posbélica.
El próximo Gobierno tendrá que controlar un creciente déficit y lidiar con un creciente desempleo, mientras el impacto del paquete de estímulo de 81.000 millones de euros del Gobierno desaparece.
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