Este artículo se publicó hace 16 años.
Celdas de lujo con aire acondicionado
El 21 de agosto de 2003, Mohamed Taieb ingresó en la cárcel de alta seguridad de Kenitra, la misma donde cumplían condenas (y se fugaron) nueve islamistas marroquíes implicados en los atentados de Casablanca. Una prisión extrema, con unas condiciones de vida muy duras para los presos... excepto para él. La estancia de ‘El Nene' en Kenitra fue muy diferente. Tras sobornar a los agentes que le custodiaban entre rejas, el narcotraficante convirtió su celda en una suite de lujo.
Taieb disponía de tres habitáculos para su uso particular, en las que tenía instalado aire acondicionado, televisión de plasma, DVD y ordenador portátil con acceso a Internet. Además de estas comodidades de millonario, tampoco hay que olvidar el trato preferente que recibió por parte de algunos funcionarios que le permitían abandonar la cárcel cada pocos días. ‘El Nene' entraba y salía del correccional como si estuviera en su casa. Disfrutaba de permisos ilegales, y era frecuente verle en zonas de copas, en las que compartía juergas y cenas. Unos favores que pagaba con regalos de lujo como coches y motos. El pasado mes de diciembre, gracias a la ayuda de ocho funcionarios de prisiones, logró fugarse de Kenitra. Sus cómplices fueron condenados a penas de hasta dos años de cárcel por la Justicia marroquí.
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