Mark Cavendish realizó un corte de mangas a sus críticos cuando cruzó el jueves la línea de meta para conseguir su segunda victoria de la temporada en el Tour de Romandía.

Colocado al final por sus compañeros del Team Columbia, el británico surgió a 200 metros del final para ganar fácilmente al alemán Danilo Hondo y al sudafricano Robbie Hunter.

Fue la victoria número 58 de Cavendish, la segunda de este año después de la lograda en la Volta a Cataluña, pero su difícil comienzo de temporada ha hecho surgir las dudas respecto a su forma e implicación.

El mejor sprinter del mundo dejó claro que pensaba que las críticas eran injustas y sin fundamento, haciendo un gesto inequívoco al final.

"Realmente quise decir que he vuelto. Hoy demostré que no estoy perdido, que mi equipo no está perdido. No sólo he sido yo quien lo ha dejado claro, también mi equipo", manifestó.

Cavendish explicó que ha pasado tres semanas en la cama debido a una infección dental a comienzo de temporada y sólo ha podido competir plenamente durante 20 días.

"Nos sentamos con el equipo y decidimos que olvidar las victorias y concentrarse en lograr la mejor manera de prepararse para el objetivo de la temporada, que es el maillot verde del Tour de Francia", añadió.

El año pasado, Cavendish perdió la clasificación de puntos del Tour con el noruego Thor Hushovd después de que el británico perdiese puntos por realizar un sprint de manera peligrosa al final de una etapa.

El Tour de Romandía, que incluye varias ascensiones y montañas, es una de las carreras de preparación antes del Tour de Francia, que se disputa en julio, junto al Tour de California y la Vuelta a Suiza.

"Nunca voy a ganar una etapa de montaña, pero no es un problema para mí. A medida que mi forma mejora a lo largo de la temporada, siempre sufro en la montaña pero estaré dispuesto a sufrir más".