Este artículo se publicó hace 16 años.
El cava catalán se abre paso en el mercado de las islas Maldivas
El cava catalán se está abriendo mercado en las islas Maldivas gracias a la demanda de las cadenas hoteleras, que ven en pequeñas bodegas catalanas productos de calidad y a buen precio, capaces de competir con las grandes marcas de champán.
Yeoman Agencies, un grupo de empresas fundado en Singapur en 1976, es el encargado de la introducción del cava en las islas, ya que está especializado en el suministro de alimentos y bebidas a hoteles y mayoristas.
La empresa, que factura tres millones de dólares anuales, opera desde las oficinas que posee en Singapur, Maldivas, Sudáfrica y Dubai, pero tiene presencia en los mercados de Irak, Seychelles, Sri Lanka, Oriente Medio, Asia Central, África occidental, sur de Europa y África subsahariana.
Yeoman Agencies ha importado en las islas Maldivas, desde junio hasta finales de este año, un total de 1.230 botellas de cava, incluyendo las ventas previstas para esta Navidad.
Según el director de ventas de la empresa en la sede de Maldivas, el catalán David Pedrol, la previsión de ventas es llegar a las 10.000 botellas de cava importadas en 2009 y ampliar este crecimiento en 2010 hasta las 30.000 botellas por año.
De momento, se está importando producto de Caves Masachs, una bodega de Denominación de Origen Penedès, ya que se trata, según Pedrol, de "dar la posibilidad a cavas pequeñas de exportar a mercados internacionales y de calidad como las Maldivas, donde la demanda pide espumosos frescos, jóvenes, fáciles de beber y refrescantes para un clima tan cálido".
Otra de las razones por las que Yeoman Agencies apuesta por bodegas pequeñas es que sus clientes, a menudo "sommeliers" que trabajan en los hoteles, prefieren productos elaborados por el mismo productor, que no se encuentren en los supermercados, que sean de poca producción y no tan industrializados.
La idea de Yeoman Agencies es "consolidar, incrementar y diversificar" la oferta de cava en las Maldivas, importando cavas de más crianza para hacer maridajes con comidas elaboradas.
La empresa está consiguiendo que el cava catalán se haga un lugar al lado de los espumosos más cotizados del mundo porque permite disfrutar de la calidad a un precio razonable.
"El champán en mercados de exportación como Maldivas llega a un precio final casi prohibitivo por muchos consumidores y los que no tienen un precio tan elevado dejan bastante que desear", señala Pedrol.
En las islas Maldivas, una botella de champán Krug, una de las marcas más valoradas, tiene un precio de 1.400 dólares, una botella de Don Pegignon 400 dólares, mientras que un cava de alta calidad cuesta entre 30 y 50 dólares.
El mercado asiático, con países como Japón, Singapur, China e India son los mejores referentes de cara a ampliar las exportaciones de cava a todo el mundo.
Hasta ahora, las importaciones de cava catalán en las islas Maldivas han sido minoritarias y han contado con empresas de gran producción como Freixenet y Codorniu, junto con Faustino, un cava elaborado en La Rioja.
Estas tres marcas exportaron en 2006 a las islas un total de 331 botellas de 75 centilitros, número que ha aumentado hasta las 3.060 botellas en 2007, lo que representa un 825,40% más que en 2006, según datos del Consejo Regulador del Cava.
Las Maldivas son una muestra del potencial del continente asiático para la exportación de cava ya que en 2006 se exportó a Asia un 27,6% más que en 2005 y en 2007 el incremento fue del 3,6%, hasta llegar a las 5.321.577 botellas exportadas.
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