Este artículo se publicó hace 16 años.
El campo cesa la huelga comercial en Argentina y abre una instancia de diálogo con el Gobierno
El sector agropecuario y el Gobierno argentino abrieron hoy una instancia de diálogo para buscar una salida al conflicto generado por la huelga comercial del sector rural iniciada 17 días atrás y que fue suspendida temporalmente.
Tras cesar la medida de fuerza como gesto de buena voluntad, la directiva de las entidades del campo mantuvo una larga y tensa reunión con funcionarios del Ejecutivo que esta madrugada concluyó sin acuerdo, pero continuará el próximo lunes.
"Hemos empezado un camino fructífero de solución a los problemas del campo", señaló el jefe del Gabinete, Alberto Fernández, quien en una rueda de prensa expresó "la firme decisión" de las autoridades "de que ninguna unidad económica rural carezca de rentabilidad".
"Planteamos a los dirigentes que esta mesa que se reunió hoy se reúna de forma permanente para diseñar unas políticas del campo para los próximos años que nos permitan proyectar la producción y el desarrollo" del sector, añadió.
Las deliberaciones en la sede gubernamental de Buenos Aires comenzaron el viernes por la tarde y se extendieron durante más de seis horas, lo que constituyó una muestra de la dificultad entre las partes para acercar posiciones.
"No hemos tenido la respuesta que esperábamos", declaró a periodistas Mario Llambías, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, una de las entidades convocantes del paro, quien aseguró que durante el fin de semana se determinarán los pasos a seguir.
Antes del inicio de las conversaciones, productores y trabajadores rurales que mantenían bloqueadas decenas de carreteras del interior del país desde que comenzó la protesta contra el aumento de los impuestos a la exportación de granos liberaron parcial o totalmente el tráfico.
En un comunicado difundido antes del inicio del encuentro, las cuatro organizaciones agrarias convocantes del paro anunciaron su decisión de "levantar la medida de fuerza", pero aclararon que se mantienen en "estado de alerta y movilización a la vera de las rutas".
"El objetivo de esta definición es facilitar una reunión con el Gobierno, luego de la cual se evaluarán sus resultados, los que serán sometidos a consultas con las bases de todo el país", indicaron.
Los piquetes en los caminos han derivado en el desabastecimiento de productos básicos en muchas ciudades del país y la huelga comercial también impactó en otros sectores de la economía, como la industria, el transporte de carga y pasajeros.
La protesta del campo ha recibido muestras de respaldo por parte de sectores de la población de Buenos Aires y otras grandes urbes de Argentina, que esta semana realizaron "cacerolazos" de protesta luego de que la presidenta del país, Cristina Fernández, advirtió que no cedería a la "extorsión" de los productores agropecuarios.
La tensión comenzó a ceder este jueves, cuando la gobernante moderó su discurso al afirmar que las puertas de la Casa de Gobierno "están abiertas" y les pidió a las patronales agrarias que "levanten el paro para dialogar".
Además de Alberto Fernández, los representantes del Ejecutivo en la reunión con los dirigentes rurales fueron el ministro de Economía, Martín Lousteau, además de los secretarios de Agricultura, Javier de Urquiza, y de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
Por el lado del campo asistió una veintena de directivos de la Federación Agraria, la Sociedad Rural, Confederaciones Rurales y Coninagro, que en conjunto representan a unos 290.000 productores del sector.
Poco después del inicio del encuentro, la presidenta Cristina Fernández se hizo presente por unos minutos y saludó a cada uno de los representantes de las entidades rurales, informaron fuentes oficiales.
Desde el Gobierno y las patronales agrarias se aseguró que los temas pendientes de análisis son numerosos, por lo que las negociaciones demandarán varios días de conversaciones entre las partes.
Una muestra de ello fue que Alberto Fernández decidió hoy postergar el viaje que tenía previsto realizar la semana próxima a Estados Unidos, donde iba a reunirse con el secretario de Estado adjunto para América Latina de ese país, Thomas Shannon.
El jefe del Gabinete dijo que las patronales del campo plantearon su "preocupación sobre la situación de los pequeños productores, que es la misma que la del Gobierno, por lo que se trabajará para que tengan la rentabilidad que les corresponde".
Además, reconoció que para las entidades agropecuarias el reclamo de fondo sigue pasando por la instrumentación de cambios en el sistema de retenciones a la exportación de granos dispuesta por el Ejecutivo el 12 de marzo pasado, un día antes del inicio de la huelga.
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