Este artículo se publicó hace 13 años.
Los cambios de presión al volar podrían afectar a los diabéticos
Los cambios de presión durante losviajes en avión podrían hacer que las bombas de insulina emitandemasiada o muy poca cantidad de medicación, lo que podríaponer en riesgo a los diabéticos extremadamente sensibles aestas variaciones, reveló un estudio.
Expertos dirigidos por Bruce King, del Hospital de NiñosJohn Hunter en Newcastle, Australia, escribieron en la revistaDiabetes Care que se decidieron a investigar el tema luego desaber de una niña de 10 años con diabetes tipo 1 a la que lebajó demasiado la glucosa una hora después del despegue.
Tras escuchar que otros diabéticos que usaban bombas deinsulina -las cuales se colocan generalmente a personas condiabetes tipo 1 para que administren la hormona a lo largo deldía- tenían experiencias similares, los investigadores pusieron10 de estos dispositivos en un vuelo comercial.
Durante el despegue, cuando la presión del aire estabadisminuyendo, las bombas emitieron entre 1 y 1,4 unidades extrade insulina, en promedio.
Durante el aterrizaje, cuando la presión estaba en aumento,cierta cantidad de insulina regresó a las bombas, lo queprovocó la emisión de poca cantidad de la hormona, es decirmenos de una unidad.
"La reducción de la presión atmosférica provoca la emisiónpredecible e involuntaria de insulina en las bombas por laformación de burbujas y la expansión de las burbujasexistentes", escribió King y su equipo.
El autor añadió a Reuters Health: "Cualquier persona queusa una bomba de insulina debería saber que los grandes cambiosen la presión pueden causar este efecto".
No obstante, otros especialistas en diabetes señalaron queel problema es poco frecuente y que, en la mayoría de losdiabéticos, rara vez causa problemas.
"Realmente no es un problema frecuente ni recurrente queescuche de los pacientes que vuelan", dijo Robert Cohen,endocrinólogo de la Facultad de Medicina de la University ofCincinnati, quien no participó del estudio.
"Las personas muy sensibles a los pequeños cambios en lasdosis son las que van a ser más sensibles a esto. Las personasque reciben dosis amplias o que no son muy sensibles (...) sonmucho menos propensas a verse afectadas por esto", añadió.
El equipo de King recomendó desconectar la bombas antes deldespegue y del aterrizaje y asegurarse de que no haya burbujasde aire en la insulina antes de reconectarlas, aunque Cohenseñaló que era extremadamente importante que las personas sepancómo realizar esto correctamente.
Cohen añadió que los pacientes deberían chequear con susmédicos si esto podría ser un problema para ellos y, en casoafirmativo, cómo lidiar de manera segura con el asunto.
Las bombas usadas en el estudio estaban fabricadas porAnimas y Medtronic, que escribieron en un comunicado conjunto aReuters Health: "Muchos factores afectan la glucosa sanguíneadurante el viaje y es poco probable que el efecto de pequeñasvariaciones en las dosis durante el curso de un viaje en aviónsean clínicamente significativas".
"No obstante, ambas (empresas) continuamos investigando másel tema", añadieron.
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