Este artículo se publicó hace 16 años.
Calderón visita España para intensificar la cooperación política y económica
El presidente de México, Felipe Calderón, comienza el próximo miércoles una visita de Estado a España de cuatro días con el fin de intensificar la alianza estratégica con España y ofrecer importantes inversiones a las empresas españoles en áreas como infraestructuras y energía.
Es la segunda ocasión en que Calderón visita España, después del viaje oficial que hizo a finales de enero de 2007, dos meses después de su llegada al poder.
Se trata además de la primera visita de un jefe de Estado a España tras la reelección de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno, lo que realza las "excelentes relaciones" entre ambos países, según fuentes del Ejecutivo.
Acompañado de su esposa, Margarita Zavala, Calderón llegará el miércoles a Madrid, donde tendrá una intensa agenda, que incluye encuentros con los Reyes y con Zapatero y un acto en el Congreso.
El mandatario mexicano pronunciará un discurso en el hemiciclo de la Cámara Baja ante los diputados y senadores, otro gesto con el que se pretende dar solemnidad a su visita.
Desde Madrid, se desplazará a Zaragoza para asistir a la inauguración de la Exposición Universal de Zaragoza el viernes por la tarde.
Su última escala en España será Barcelona, donde el sábado mantendrá diversos encuentros con autoridades políticas y con empresarios.
Para el Gobierno, esta visita refleja que México es "uno de los socios fundamentales" de España en el continente americano y un "país clave" en la puesta en marcha de políticas comunes en el escenario internacional, según las fuentes.
Ambos países tienen la intención de profundizar el acuerdo de asociación estratégica, un tipo de alianza que España también tiene firmada con Argentina, Brasil, Chile y Colombia.
En este marco, Calderón llega dispuesto a ofrecer un nuevo paquete de inversiones a las compañías españolas para desarrollar el ambicioso Plan Nacional de Infraestructuras 2007-2012, que prevé el gasto de unos 160.700 euros para modernizar carreteras, puertos y aeropuertos, así como inversiones en proyectos energéticos.
El presidente mexicano quiere animar además a las empresas españolas a participar en su idea de abrir al capital privado el negocio del petróleo en su país después de más de 70 años de nacionalización de este sector.
México pasará a ser un país importador de crudo en diez o quince años si no da con nuevos yacimientos y la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) no cuenta con capital y tecnología suficientes para llevar a cabo las prospecciones necesarias.
Está previsto la firma de un memorándum para desarrollar el plan piloto para la contratación de mano de obra mexicana cualificada por parte de empresas españolas, que se impulsó en octubre de 2007.
También en el ámbito económico, el Gobierno quiere ayudar a México a tener "más visibilidad" en España, en consonancia con su presencia, puesto que es el primer inversor iberoamericano.
Otro de los capítulos en los que se prevé intensificar la relación es en el relativo a la lucha contra el narcotráfico, asunto de especial preocupación para México.
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