Una caída del gasto "sin precedentes"

La vicepresidenta de Economía, Elena Salgado, agitó ayer su chistera de la que salió un sorprendente recorte del gasto público del 3,9%. La ministra calificó esta reducción del gasto como un hecho "sin precedentes" pero se reservó hasta el próximo martes, cuando se presentan las cuentas en el Congreso, la aclaración de qué partidas han sufrido la tijera presupuestaria.

Por lo pronto, y según los sucintos datos difundidos ayer, los principales gastos del Estado no sólo no se reducen sino que aparentemente repuntan. El gasto en personal se incrementa en un 2,7%, no tanto por la subida salarial, que se ha pactado en un 0,3% más otro 0,3% adicional para el fondo de pensiones de los funcionarios, como por la ampliación de los puestos de trabajo en Justicia e Interior.

"Son las cuentas más fáciles de un ministro de Economía"

Los gastos corrientes aumentan "ligeramente" debido a la celebración de la Presidencia española de la Unión Europea. Durante el ejercicio pasado ya se había hecho un ajuste de 2.500 millones sobre lo asignado a gastos generales.

Por otro lado, el gasto social se diluye, al pasar de suponer el 52,8% el año pasado a un 51,6% en 2010. Aunque el de-sembolso final sea igual o incluso algo superior, el peso sobre el presupuesto total mengua debido a que aumentan los recursos destinados a pagar deuda, que se llevarán un 6,6% de las cuentas públicas. En el aspecto del gasto, "son los presupuestos más fáciles que ha hecho un ministro de Economía", señaló Salgado, al asegurar que había contado con la colaboración de todos los ministerios, donde "se ha hecho un presupuesto con base cero".

Por eso, la ministra asegura que la reducción del 3,9% en el total del gasto se ha conseguido sumando "un poquito de cada sitio". En cualquier caso, el grueso del corte parece estar en la partida de transferencias, un cajón de sastre que aglutina varios pagos del Gobierno a diferentes agentes y que se reducirá en un 7,3%. De estas transferencias es poco probable que se hayan tocado las que van a autonomías y a entidades locales, ni tampoco los complementos a las pensiones mínimas ni las becas.

Se reduce el peso del gasto social debido al aumento de la deuda

El presupuesto también recogerá una "ligera" caída en la inversión productiva. Según la ministra, el gasto final será superior, porque se permitirá a los organismos inversores más endeudamiento de forma que quede fuera del déficit estatal.