Este artículo se publicó hace 15 años.
El cacereño Jorge Luengo se proclama campeón del mundo de magia en Pekín
Jorge Luengo, nacido en Cáceres en 1984, se ha proclamado campeón del mundo de magia en la prueba que se ha celebrado del 25 al 31 de agosto en la capital de China, Pekín, un evento en el que han participado más de 2.400 aspirantes de 65 nacionalidades diferentes, campeonato que se celebra cada tres años.
En concreto, Luengo ha obtenido el título mundial en una de las seis modalidades que contempla el certamen, la de la invención, considerada por el jurado y por los técnicos en la materia como la más complicada y la que más prestigio otorga.
En este sentido, el joven cacereño ha afirmado a Efe que, al haber muy pocas modalidades, "proclamarse campeón de una de ellas, y más si es invención, significa un poco los mismo que el deportista que obtiene una medalla de oro en unos Juegos Olímpicos, el máximo reconocimiento a nivel mundial que puedes obtener".
En su opinión, el apartado de invención es el más valorado de todos "porque supone que se premia la creatividad, el inventar algo nuevo que hasta ahora no se había visto".
"Es lograr sorprender -subraya- a los mejores magos del mundo, que componen el jurado, con un número que antes no se había visto, que lo has creado tú, y que entras a formar parte un poco de la memoria de este arte que tiene muchos siglos de vida".
Para participar en este evento mundial, refiere el mago, es necesario contar con al menos un título nacional, "ser el mejor de un país, circunstancia que yo tenía al proclamarme campeón de Francia hace dos años, y el de España el año pasado", una cuestión con la que la organización se asegura el concurso de los mejores.
De los catorce artistas españoles que acudieron a la cita china, tan sólo Jorge Luengo consiguió un galardón, a excepción de una mención de honor que recibió Juan Tamariz por su dilatada y exitosa trayectoria.
El ilusionista señala que él, en principio, había asegurado su participación en la modalidad de mentalismo, pero que una vez allí, y ante la imposibilidad de poder acumular dos premios, "preferí arriesgar en el de invención, y la cosa salió bien, porque logré entusiasmar al público y lo que es más importante, al jurado".
A este respecto explica que su número consistía en que un espectador elegido al azar fuese capaz de leer la mente a otro espectador, "una cosa muy complicada, porque que un mago lo haga, dentro de la dificultad, no engendra tanta complicación como entre dos personas que no se conocen, ajenas a este mundo, eso es magia".
Para él, este título mundial supone el reconocimiento a muchos años de esfuerzo, "llevo practicando la magia desde que tenía 4 años", y que todo el mundo subraye "tu calidad y tu profesionalidad como mago, es lo máximo a lo que puedo aspira como mago, por lo que me ha reportado mucha felicidad".
El título de campeón del mundo también ha propiciado que Luengo, que ayer regresó de Beijing, tras un vuelo de 28 horas, haya recibido en los últimos días "multitud de ofertas de trabajo, tanto en China, como en Las Vegas y otros enclaves típicos de la magia mundial".
Sin embargo, y a pesar del orgullo que le producen esas invitaciones a este profesor de matemáticas que cuenta en su currículo con tres ingenierías, su agenda le impide acudir a todos los eventos, "como por ejemplo los del mes de octubre, donde ya me comprometí hace tiempo a realizar varias galas en Bruselas, en la Comisión de Economía".
Asimismo, apunta a Efe que su éxito no ha pasado inadvertido para nombres míticos del ilusionismo, como el propio David Copperfield, quien ya ha intentado ponerse en contacto con él.
El mago cacereño, que entre actuación y actuación, tanto por toda la geografía española como sobre todo fuera de su país natal, suele amenizar las veladas de los miércoles del conocido local de la ciudad "Teeboo", reconoce que a partir de ahora su vida cambiará, "un poco, aunque me gustaría que no fuera mucho".
"Al haberse retransmitido el Campeonato del Mundo por la televisión china, mucha gente me paraba todos los días por la calle, y me pedían autógrafos, algo que reconozco que a veces me ruborizaba y me hacía sentir un tanto incómodo", ha precisado.
Jorge Luengo asevera que para mucha gente, "sobre todo para los empresarios del tema, ahora 'eres alguien', un mago que es capaz de hacer cosas nuevas, de innovar, y quieren contar con tu presencia en cualquier destino del mundo".
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