Este artículo se publicó hace 13 años.
Buscan con un georradar los restos de María José Arcos en fincas del imputado
La Guardia Civil ha comenzado esta mañana a buscar con la ayuda de un georradar posibles restos de María José Arcos, una compostelana que desapareció hace quince años sin dejar rastro, en una finca de Luou (Teo) propiedad de R.V., imputado por su presunta implicación con este caso.
El detenido, que se encuentra en prisión provisional preventiva, comunicada y sin fianza en la cárcel de Teixeiro, negó ayer cualquier implicación en los hechos en su declaración ante la juez de instrucción número uno de Ribeira.
Esta mañana, por orden judicial y a petición de la familia de María José Arcos, técnicos de la empresa "Insitu" han comenzado las labores de rastreo con georradar en la primera de las tres fincas propiedad del imputado.
La finca, en la que están presentes los abogados de la defensa y de la acusación, había sido previamente limpiada de maleza y parcelada para facilitar la tarea de búsqueda con el georradar.
También están presentes en las tareas de búsqueda investigadores de la Guardia Civil y un forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia.
María José Arcos tenía 35 años cuando desapareció el 15 de agosto de 1996 sin dejar rastro alguno de su paradero. Su coche fue encontrado días más tarde frente al faro de Corrubedo, en el municipio coruñés de Ribeira, y en su interior estaba su cartera, con documentación y otras pertenencias personales, aunque no se detectó huella alguna.
La familia de la desaparecida demandó hace unas semanas la búsqueda del cuerpo de María José en las fincas del imputado, puesto que descarta la posibilidad de que usase supuestamente un barco para deshacerse del cuerpo, ya que el que usa R.V. no se fondeó hasta el día 18, cuando la desaparición fue el 15.
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