¡Buenas noches, guarros!
Agentes de la Policía Nacional insultaron por la megafonía de sus coches a los okupas que dormían en un centro social madrileño
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Una patrulla de la Policía Nacional pasa por delante de un centro social okupado de Madrid. Es de madrugada y la calle está desierta. La megafonía del coche policial escupe insultos: "Guarros, arriba". Dentro del C.S.O. La Traba, en el barrio de Delicias, duermen varios jóvenes que, tras sufrir días antes varios ataques de grupos neonazis, decidieron instalar una cámara. El objetivo, lejos de captar imágenes de los agresores, caza los improperios de la policía. "Buenas noches, guarros".
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Las dos escenas que recoge el vídeo (ver en gran formato) tuvieron lugar el pasado 27 de agosto y el 11 de septiembre, aunque los hechos se repiteron dos veces más, según la Coordinadora Antifascista de Madrid. El primero fue la madrugada del 22 de agosto, nueve días después de que la ex delegada del Gobierno, Soledad Mestre, se reuniese con Movimiento contra la Intolerancia y anunciase un mayor control policial para atajar las agresiones xenófobas y ultraderechistas en el distrito de Arganzuela.
"Una semana después de estas declaraciones, patrullas policiales que supuestamente iban a proteger a la ciudadanía de los grupos nazis se dedicaron a proferir insultos nazis desde la megafonía de su coche una vez a la semana durante casi un mes", denuncia la Coordinadora, que también ha criticado a Mestre por autorizar una marcha ultra en Puente de Vallecas. La Policía, que escoltó la manifestación de los neonazis, detuvo a más de una veintena de antifascistas que acudieron a plantarles cara.
"Guarro", recuerda la Coordinadora, es un insulto que suele estar en boca de los neonazis, quienes atacaron en tres ocasiones el CSO La Traba durante el verano pasado: lanzaron piedras contra los cristales, intentaron forzar la puerta de acceso y le prendieron fuego con gente dentro. La policía, opinan, "hace la vista gorda".
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"El 5 de agosto, neonazis armados con cadenas y porras extensibles le pegaron patadas a la puerta. La policía acudió al lugar y recogió un reporte del incidente. Lejos de prevenir nuevas agresiones, al día siguiente colocaron un artefacto incendiario que prendió parte de la fachada con gente durmiendo dentro. Curiosamente, la inacción por parte de la policía es total", aseguran a Público los antifascistas.
Fuentes de la Policía Nacional han reconocido a este diario la veracidad de las imágenes e informado de que los hechos están siendo investigados. "Es muy fácil averiguar las matrículas de esos coches e incluso el nombre de los agentes que los conducían", dejan claro los antifascistas. "Es una cuestión de voluntad".