Este artículo se publicó hace 16 años.
Britney Spears ingresa en un hospital para evaluar su "estado mental"
El ingreso de la cantante estadounidense Britney Spears en un hospital de Los Ángeles, tras encerrarse en el cuarto de baño de su casa con uno de sus dos hijos, se produce exactamente un año después de que la artista entrara en una espiral que muchos temen que no acabe en un final feliz.
Pese a que el centro médico Cedars-Sinai, donde se encuentra ingresada la multimillonaria cantante, no informó sobre el estado de Spears, fuentes cercanas a la cantante señalaron hoy a diversos medios de comunicación especializados en información de famosos, que la artista permanecerá 72 horas "encerrada en una unidad especial para poder evaluar su estado mental".
El triste episodio comenzó alrededor de las 20.00 hora local del jueves (04.00 GMT del viernes) en la residencia de Los Ángeles de la cantante, de 26 años, cuando la policía recibió una llamada de la funcionaria que vigila el régimen de custodia que mantienen Spears y su ex marido, Kevin Federline, de sus dos hijos Sean Preston, de dos años, y Jayden James, de uno.
"La funcionaria llamó porque después de colocar a Preston en el coche, Britney se encerró en el cuarto de baño con Jayden James al negarse a entregar a los niños para que los llevaran con Federline, quien mantiene la custodia de ambos", explicó, bajo la condición de anonimato, una fuente cercana a la artista.
"Mientras la policía estaba en la residencia, observaron que Spears estaba bajo la influencia de una sustancia desconocida por lo que decidieron que lo mejor, 'por su propio bien', era que fuera tratada en un centro médico", agregó la edición digital de la revista "People".
El hijo de Spears también fue ingresado brevemente, aunque por el momento, se desconocen los detalles sobre su evaluación. Ambos niños ya se han reunido con su padre.
Los expertos consideran que pasará mucho tiempo hasta que la artista vuelva a tener consigo a los dos niños, víctimas de una agria disputa judicial entre sus padres.
Desde hace meses el enfrentamiento judicial entre Spears y Federline no deja de ofrecer titulares a diario.
La mayoría de las veces por la falta de comparecencia ante distintas citas judiciales de Spears, por su dejadez a la hora de cumplir con las normas establecidas por el juez o por las imágenes difundidas casi a diario de la cantante conduciendo temerariamente mientras llevaba a sus hijos.
El último de los titulares se produjo precisamente ayer, cuando Spears debía de comparecer ante los abogados de su ex marido durante alrededor de dos horas pero sólo lo hizo catorce minutos.
La caída en picado de la considerada por la revista "Forbes" como la duodécima mujer más rica del mundo del espectáculo en EE.UU. comenzó hace un año cuando se rapó la cabeza y golpeó con un paraguas el coche de un fotoperiodista.
Aunque la primera aparición "rebelde" de la artista, ya por entonces ganadora de premios prestigiosos como los Grammy, se remonta a 2003 cuando en la entrega de los premios MTV cantó junto a sus compatriotas Christina Aguilera y Madonna la canción de esta última, "Like a Virgin" ("Como una virgen").
En aquella ocasión, Spears y Aguilera se dieron un beso en la boca con Madonna, lo que hizo que muchos empezaran a cambiar la imagen angelical que tenían de la cantante, que pasó a ser vista como atrevida, osada y rebelde.
Al año siguiente, en enero de 2004, la cantante tuvo otro comportamiento que repercutió en su imagen pública: se casó en Las Vegas con su amigo de la infancia Jason Allen Alexander y su matrimonio fue anulado tan solo un día después.
En septiembre del mismo año, contrajo nupcias con Federline, un bailarín cuya compañera sentimental, la actriz Shar Jackson, estaba embarazada por entonces.
Los hechos acaecidos durante los meses transcurridos desde la separación de Federline y Spears, que tuvo lugar en diciembre de 2006, son los que más sorprendieron.
La cantante apareció en 2007 con una imagen totalmente desaliñada y en algunas ocasiones sin ropa interior. En otras, se la fotografió hasta vomitando en una de sus salidas nocturnas y siempre acompañada de las polémicas Paris Hilton, Nicole Ritchie y Lindsay Lohan.
En febrero de 2007, tras afeitarse la cabeza y hacerse un par de tatuajes, entró en dos centros de desintoxicación que acabaron con su estancia en otro centro, el Promises, de Malibú (California).
A todo ello se une la reciente noticia de que su hermana, Jamie Lynn, de 16 años, está embarazada de su primer hijo.
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