Este artículo se publicó hace 15 años.
Británica con esclerosis pierde reclamo por suicidio asistido
Una mujer con esclerosis múltipleperdió el jueves su batalla por aclarar la ley británica desuicidio asistido para proteger a su marido de cualquierproceso judicial futuro si la ayuda a terminar con su vida.
Debbie Purdy, de 45 años y oriunda de Bradford, queríaforzar al Fiscal General del Estado a que le dé garantías deque su marido no sería procesado si la ayuda a llegar a unainstalación en el exterior en donde pueda realizarse unaeutanasia.
Su pedido ante la Corte Suprema fue rechazado el año pasadoy el jueves la Corte de Apelaciones respaldó esa decisión,según informó Press Association.
"Pese a nuestra compasión por la terrible instancia en laque se encuentran la señora Purdy y el señor Puente (sumarido), esta apelación debe ser desestimada", indicaron losjueces de la Corte de Apelaciones.
La ley británica indica que ayudar a cometer un suicidio esun crimen que conlleva una pena máxima de 14 años en prisión.
Sin embargo, desde 1992 cerca de 100 ciudadanos de GranBretaña han acabado con sus vidas en las instalaciones deDignitas en Suiza, donde el suicidio asistido o eutanasia eslegal, sin que sus familiares hayan sido procesados.
En diciembre, la Corte Suprema dictaminó que el fracaso dela Fiscalía General en clarificar la ley no infringe losderechos humanos de la mujer.
Sin embargo, el abogado de Purdy, Lord Pannick, argumentóque los jueces de la Corte Suprema se habían equivocado con laley y que se debía requerir al Fiscal General, Keir Starmer, lapublicación de pautas de políticas específicas acerca de losprocesamientos por eutanasia o suicidio asistido.
Ese tipo de directrices ya existe para crímenesrelacionados con violencia doméstica, mal manejo de automóvilesy delitos vinculados con el fútbol.
Purdy, quien permanece en una silla de ruedas, estápreocupada porque su esposo Omar, quien es un músicoprofesional, sea tratado con severidad por parte de lasautoridades debido a su nacionalidad cubana.
La mujer ha argumentado que si no recibe garantías de queno lo procesarán, tendrá que viajar antes de lo necesario alextranjero para morir por eutanasia.
Abogados de la Fiscalía General han manifestado que la leyno requiere una política específica y que las disposiciones queaparecen en una legislación de 1961 relativa al suicidio, queindican que se castigará con un período de cárcel elasesoramiento o incitación al suicidio, entregan suficienteinformación.
Purdy dijo que respeta la decisión de los jueces. "Sientoque ganó mi argumento, pese a haber perdido la apelación",añadió.
"Ellos hicieron todo lo que pudieron para aclarar que (...)sería improbable que Omar sea procesado si me acompaña alexterior para una muerte asistida y, por lo tanto, estamos unpaso más cerca de la aclaración que necesito", expresó lamujer.
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