"¡Botella, las uvas te las comes a oscuras!"

Los trabajadores de alumbrado público, semáforos, túneles y fuentes de Madrid se han concentrado frente al Ayuntamiento de la capital para exigir que se garantice la continuidad de sus puestos de trabajo.

Entre pitidos y petardos, un centenar de empleados ha pedido la dimisión de la alcaldesa, Ana Botella, y le han lanzado un aviso: si las nuevas empresas adjudicatarias no cuentan con la actual plantilla "las uvas te las comes a oscuras".

Tienen aprendida la lección y temen que les ocurra los mismo que a los barrenderos y jardineros: nuevo contrato municipal con menos presupuesto, pérdida de puestos de trabajo y reducciones salariales. El caldo de cultivo de una huelga indefinida que se lleva avisando desde hace dos semanas.

El escenario al que se enfrentan es muy parecido al que originó los 13 días de paro en el servicio de limpieza viaria y jardinería contra los más de mil despidos que las empresas anunciaron. Sólo hay un diferencia: aún se desconocen oficialmente las empresas concesionarias y, por lo tanto, todavía no se han anunciado despidos.

Los pliegos de condiciones del nuevo contrato no obligan a las empresas a subrogar a los actuales empleados y el convenio del sector, el del metal, tampoco lo recoge, por lo que es probable que haya despidos, explican.

La huelga indefinida de los empleados de alumbrado público, semáforos, túneles y fuentes aún no es oficial, pero los sindicatos CCOO, UGT y USO volverán a convocarla en los próximos días después de que la que estaba convocada para el este martes fuera paralizada.

La adjudicación -aún no definitiva- de dos de los tres lotes del contrato municipal a una empresa que no gestiona ninguna contrata obligó a los sindicatos a planificar una nuevo escenario de protesta por los empleos. Fuentes sindicales han asegurado a Público que el paro indefinido comenzará este mes, entorno al 22 de diciembre.

Los sindicatos volverán a convocar la huelga en los próximos días

Las mismas fuentes han informado de que el miércoles se reunirán con las empresas que no se han adjudicado la contrata, ya que es muy probable que recurran la adjudicación que se conoció el lunes. Sin embargo, aún hay poca información al respecto.

Lo que sí tienen claro los trabajadores es que, independientemente de las empresas que se hagan con el contrato, no pararán de protestar hasta que sus empleos sean asegurados. "Antes las empresas se comprometían a contar con todos los empleados y ahora vemos que no", relata a Público Lauro Sánchez, trabajador del mantenimiento del alumbrado público desde hace 35 años. Para él, la única forma de asegurarse el trabajo es protestar y no duda de que "Madrid puede quedarse a oscuras" si se va a la huelga indefinida.

"Después de lo que querían hacer con los barrenderos la gente está muy caliente y cuando hay una huelga indefinida puede pasar de todo"Los mismo opina Aurelio Casado, también empleado de alumbrado público por Lux Madrid, la actual concesionaria. "Nunca tuvimos una garantía oficial de subrogación, pero el Ayuntamiento siempre ha obligado a que se contara con nosotros", explica. "Ahora no sabemos si los que vengan van a coger a todos, a algunos o a ninguno" de los 720 trabajadores que se encargan de el mantenimiento energético de Madrid. "Después de lo que querían hacer con los barrenderos la gente está muy caliente y cuando hay una huelga indefinida puede pasar de todo", advierte.

En los próximos días se conocerá la fecha de la huelga y también el nombre de las empresas adjudicatarias. El lunes la UTE formada por Acisa y Aceinsa hizo la mejor oferta por la gestión durante ochos años de los lotes 1 y 2 del contrato. A la reducción del 10% del presupuesto que el Ayuntamiento ha hecho, esta UTE ha rebajado un 5,12% en el lote 1 [que salía a concurso desde 262.523.978,06 euros] y un 8,12% en la puja del lote 2 [que partía con [263.142.774,86 euros].El tercer lote será en principio para la UTE formada por Ferrovial, FCC e Indra.