Este artículo se publicó hace 13 años.
Bloqueo en la UE sobre el consumo de animales clonados
La Eurocámara exige el veto y el Consejo pide que se permita la carne de descendientes
El Consejo y la Eurocámara no han logrado un acuerdo antes de que ayer expirara el plazo sobre la comercialización de alimentos procedentes de animales clonados y sus descendientes. Los eurodiputados defienden un veto total, mientras que los gobiernos apuestan por prohibir la carne clonada pero no aquella que proceda de descendientes de animales clonados.
Los contactos se han producido en el marco de las negociaciones para revisar la norma sobre los llamados nuevos alimentos, y tanto el Consejo como el Parlamento Europeo han responsabilizado a la otra parte del fracaso de lasconversaciones.
"Es una lástima no haber llegado a un acuerdo. Con la situación actual no se realiza ningún control sobre las técnicas de clonación", ha advertido el comisario de Salud y Protección al Consumidor, John Dalli, quien ha defendido las ventajas de un pacto para la industria y el consumidor y ha asegurado que él comería carne clonada porque "no hay riesgo para la salud".
La propuesta inicial de Bruselas planteaba una moratoria temporal sobre la producción de alimentos con técnicas de clonación en la UE, un veto a las importaciones de alimentos clonados y medidas de trazabilidad sobre los productos procedentes dedescendientes.
El comisario también ha señalado el riesgo de incompatibilidad con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) de algunas de las demandas del Parlamento Europeo para justificar que los Estados miembros no hayan cedido a ellas, en especial por extender las exigencias de etiquetado a todos los artículos clonados.
Los eurodiputados defendían tanto el veto a la carne procedente de animales clonados como a los productos como la carne o la leche derivados de sus descendientes y se apoyaban en el fuerte rechazo de la opinión pública a este tipo de alimentos que muestran las estadísticas. Según datos del Eurobarómetro citados por el propio Parlamento en una nota de ayer, el 63% de los ciudadanos europeos asegura que era "poco probable" que compraran un alimento derivado de animales clonados, y seis de cada diez encuestados consideran la clonación "moralmente rechazable".
Los 27, por su parte, aceptaron restricciones para la primera generación de animales clonados pero no para sus descendientes. También accedieron durante las negociaciones a introducir normas de etiquetado para la carne fresca de la primera generación de un animal clonado, que informara a los consumidores de su procedencia, pero esta concesión fue considerada insuficiente para los eurodiputados.
El grupo de Los Verdes en la Eurocámara ha acusado al Consejo y a la Comisión de "aliarse para hacer fracasar" las negociaciones y de "ignorar" la opinión del Parlamento europeo. El eurodiputado del grupo y vicepresidente de la comisión europarlamentaria de Agricultura, José Bové, ha alertado de que el consumidor europeo tiene "amplias dudas" sobre el efecto a largo plazo de este tipo de alimentos. "Europa no debe estar al servicio de intereses de pretendidos socios comerciales", añadió Bové.
El comisario Dalli, por su parte, ha indicado que inicia un periodo de "reflexión" para decidir si presenta un nuevo texto de propuestas para la revisión del reglamento de nuevos alimentos que incluye la cuestión de los animales clonados.
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