Este artículo se publicó hace 16 años.
La Bienal explora cómo habitar el mundo actual y no cómo construir edificios
Los edificios, a pesar de ser el elemento que se asocia intuitivamente con la arquitectura, no tienen cabida en la edición de 2008 de la Bienal de Venecia, que se centra en proyectos innovadores sobre cómo hacer el espacio más habitable.
De defender esta propuesta se encarga, en el manifiesto de la muestra principal de la XI Bienal de Arquitectura de Venecia -"Out There, Architecture Beyond Building"- el comisario de la exposición, el estadounidense Aaron Betsky.
"La arquitectura no se trata sólo de construir, sino del modo de pensar y dialogar sobre los edificios. Es el modo de representarlos y realizarlos. Y, de forma más genérica, es un modo de dar forma y de dar alternativas críticas al ambiente humano", sostiene Betsky.
A esta tarea de "hacernos sentir en casa, en el mundo" se han dedicado los 25 estudios internacionales que participan en esta sección, la principal de la XI Muestra Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia, que se abrirá al público el próximo domingo y cerrará sus puertas el 23 de noviembre.
Las creaciones elegidas son en su mayor parte instalaciones de aspecto futurista y visionario sobre posibilidades inexploradas de "habitar" el espacio, que en varios casos permiten la interacción del visitante e incluyen una "performance" en vivo.
Debido a estas características, tanto los promotores de la Bienal como algunos especialistas han apuntado que la muestra parece más propia de un museo de arte contemporáneo que de una exposición de arquitectura al uso.
La propuesta de la arquitecta de origen iraní Zaha Hadid y su socio Patrick Schumacher, por ejemplo, es un enorme mueble verde de una sola pieza con una compleja forma que permite su uso para descansar sentado, dormir, guardar cosas o simplemente curiosear y "toquetear".
Muy cerca de esta instalación se halla la del estadounidense Frank Gehry, que consiste en una estructura de madera recubierta de placas de barros seco, aún en construcción durante el recorrido de la muestra que realizaron hoy los medios de comunicación.
La obra reproduce un proyecto que el arquitecto desarrolla en Moscú y, con sus líneas onduladas características, según los organizadores, refleja cómo crear una decoración "fastuosa".
Al comienzo del recorrido de la exposición se sitúa un mosaico de docenas de bolas blancas y negras que contienen purificadores de aire, un elemento que aparece como "leit motiv" en varias salas para "crear atmósfera" en el Arsenal, el edificio que acoge la muestra, aunque el calor de Venecia mermó algo su eficacia.
Entre los elementos más llamativos se encuentra la "performance" creada por el equipo de Philippe Rahm, que consiste en un grupo de jóvenes parcial o totalmente desnudos que, tendidos sobre una amplia plataforma blanca, se dedican a dormir, cantar o tocar música.
Una de las instalaciones más explícitas sobre el futuro del urbanismo es la del estudio Drogg & Kesselkrammer, que, con el título "Singletown" (Ciudad de solteros) representa a varios maniquíes "encajados" cada uno en una pequeña casa y plantea la necesidad de crear nuevas redes sociales "en un mundo atomizado".
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