Berlusconi deja el hospital
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El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, prometió trabajar con "más fuerza y más determinación" tras dejar el hospital el jueves, cuatro días después de que una agresión le dejara con una fractura de nariz y dos dientes rotos.
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Unas imágenes de televisión mostraron a Berlusconi, con la nariz vendada, saludando a los periodistas desde la ventanilla de una limusina cuando abandonaba el hospital de Milán donde fue trasladado tras el ataque del domingo.
El primer ministro conservador, atacado al término de un mitin en la ciudad del norte de Italia por un hombre con un historial de enfermedad mental, fue trasladado a su mansión del barrio milanés de Arcore. Los médicos han pedido al primer ministro, de 73 años, que reduzca su agenda durante dos semanas.
"Dos cosas me quedarán en la memoria de estos días: el odio de unos pocos y el amor de muchos, muchísimos italianos", dijo Berlusconi en un comunicado.
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"Seguiremos adelante por el camino de las reformas que los italianos están pidiendo. Se lo debemos a nuestro pueblo, a nuestra democracia, donde no triunfarán ni la violencia de las piedras ni una mayor violencia de las palabras".
Las imágenes del rostro ensangrentado del magnate de los medios de comunicación recorrieron Italia el domingo después de que Massimo Tartaglia, de 43 años, lanzara una réplica de la catedral de Milán al primer ministro cuando estaba saludando y firmando autógrafos a sus seguidores.
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Tartaglia está en prisión a la espera de que se presenten los cargos contra él.
Políticos de todo signo han culpado del ataque a las tensiones de los últimos meses y han intercambiado acusaciones de incitación al odio. Algunos advirtieron del riesgo de volver a la violencia que marcó Italia en los 70 y 80.
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El hallazgo de una carta bomba en la universidad Bocconi de Milán el miércoles, que se atribuyó un grupo anarquista poco conocido, alimentó las preocupaciones de seguridad.
"Si lo que ha ocurrido lleva a una mayor conciencia de la necesidad de un lenguaje más honesto y pacífico en la política italiana, entonces ese dolor no habrá sido en vano", dijo Berlusconi, en una inusual petición al diálogo.
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Berlusconi, una figura popular pero disgregadora, pareció acercarse al nuevo líder del Partido Democrático en la oposición, Pier Luigi Bersani, que le visitó esta semana en el hospital, diciendo que se "sentía más cerca a algunos líderes políticos de la oposición".
Sin embargo, otros políticos de la oposición han instado a Berlusconi y a sus aliados a no intentar explotar políticamente la agresión.
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Un sondeo en la televisión estatal RAI sugirió que su popularidad, que se ha reducido tras una serie de escándalos sexuales y reveses judiciales en los últimos meses, había crecido en términos de simpatía.
El periódico suizo Le Matin informó de que Berlusconi tenía previsto someterse a una operación de cirugía estética en los próximos días en la exclusiva clínica Ars Medica de la región de Ticino. Un portavoz gubernamental no quiso confirmar esta información.
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El incidente ha renovado las peticiones desde los escaños del Gobierno para favorecer medidas de seguridad más estrictas.
Esto podría incluir legislación contra los disturbios en las manifestaciones políticas y una regulación más estricta de las páginas de Internet, como la red social Facebook, donde han proliferado los mensajes a favor y en contra de Berlusconi.