Este artículo se publicó hace 16 años.
Begné habla del afecto como buena razón para vivir en el film "Dos abrazos"
El director mexicano Enrique Begné muestra "el afecto como una buena razón para vivir", en su primer largometraje, "Dos abrazos", un "díptico" formado por dos historias que no se entrelazan entre sí salvo al final de la primera, cuando se une con el principio de la segunda.
Begné ha presentado hoy en España la película dentro de la sección Territorio Latinoamericano del undécimo Festival de Cine Español de Málaga, después de haber conseguido con ella el premio al mejor director en el Festival de Guadalajara (México), a la mejor "ópera prima" en el Festival de Tribeca (Nueva York) y el especial del jurado y a la mejor fotografía en Trieste (Italia).
El realizador ha explicado a Efe que este proyecto surgió de su encuentro con la guionista Paula Marcovich y después de tener "una pregunta clavada tras hacer una entrevista a un tipo muy deprimido que decía que los afectos no eran una razón suficiente para seguir viviendo".
Esa pregunta estuvo "rondando varios años" y junto a Markovich apareció la idea de los "encuentros entre desconocidos que tienen más chance de ver cómo eres que la gente que te rodea alrededor, porque al estar tan cerca no ven al completo a la persona".
La primera de las historias de "Dos abrazos" es la de un joven "rebasado por su familia y las obligaciones impuestas de cariños y responsabilidades sobradas para un muchacho de 13 años".
Este joven "encuentra una escapatoria al obsesionarse románticamente con una cajera que es una muchachita furiosa y desconcertante", ha señalado a Efe Begné.
La segunda historia presenta "a un taxista enojado con la vida, al que se le pone malo un pasajero, y en la búsqueda de un familiar se topa con la hija de éste, que hace mucho tiempo que no ve a su papá".
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