Este artículo se publicó hace 15 años.
La batidora ska-pop de Madness ruge de nuevo
El grupo británico regresa tras diez años sin sacar disco
Finales de la década de los setenta. El punk cambiaba la dirección del rock. Le decía: "Por allí no, por aquí". Por aquí significaba urgente, ruidoso, crítico y básico. Nada de óperas eléctricas: mejor berrearle a la realidad. En esos años, en el mismo lugar en el que los Sex Pistols dinamitaban los cimientos del rock, crecía un grupo que apuntaba a sonidos totalmente distintos, principalmente el reggae y el ska jamaicano, y que iba a convertirse en uno de los fenómenos musicales del cambio de década. Se llamaba Madness y, treinta años después, acaba de publicar nuevo disco, The liberty of Norton Folgate (Naive, 2009).
Desde Londres, Mark Bed-ford, el bajista del grupo, recuerda sus años de gloria comercial: "No estoy orgulloso de haber tenido éxito en los ochenta, sino de que las canciones, escuchadas a día de hoy, todavía funcionan y te hacen vibrar. Eso es lo que te hace sentirte orgulloso, que todavía afectan a la gente".
Tiene razón: canciones como One step beyond, Wings of the dove, House of fun o la conocídisima Our house siguen teniendo un efecto letal para el oyente. Y para otras bandas: "Sí que hemos tenido mucha influencia sobre otros grupos, principalmente británicos. Nuestra estela se ve en algunas canciones de Blur. Y sobre todo en Kaiser Chiefs: creo que tienen una mentalidad y una forma de entender la música muy parecida a la de Madness", explica Bedford.
Pop limpiacristalesThe liberty of Norton Folgate es el primer álbum de Madness en diez años. Orientado hacia el pop limpio y cristalino, comenzaron a grabarlo en 2007, pero sólo a principios de este año han logrado encerrarse en el estudio para finalizarlo. "Hace dos años, nos dimos cuenta de que había buen material para un nuevo disco y nos lanzamos. Lo hemos grabado poco a poco porque nos gusta trabajar despacio. Estamos metidos en proyectos diferentes y es difícil organizarnos", dice Bedford.
Sin embargo, en estos diez años no han estado quietos. Según recuerda el bajista del grupo, "hemos estado tocando bastante, casi todos los años. También pusimos en marcha el proyecto The Dangermen para tocar versiones de clásicos del reggae".
Sólo hay que ver sus vídeos, algunos de ellos descacharrantes, para darse cuenta de que el humor es una de las claves en la historia de la formación. "A veces no nos tomaban en serio, pero lo importante son las canciones que escribes. La gente te recordará por ellas. En todo caso, el humor es algo muy saludable". Bedford echa de menos "el idealismo de la juventud en los años setenta. Quizás se trataba de la resaca de los sesenta, pero es algo valioso que hemos perdido".
También ve diferencias en la música: "Hace poco fui a ver a los Fleet Foxes y me encantaron. Su disco es genial. Me llama la atención una tendencia que se da en la actualidad, y es la de escribir letras más personales e íntimas. Es como si la música pop se hubiera vuelto más introvertida. Y no lo critico, sino todo lo contrario, me parece muy interesante". Madness ofrecerá un par de conciertos en España en junio, con las fechas aún por confirmar.
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