Este artículo se publicó hace 15 años.
Barroso consigue dividir a la izquierda para ser reelegido
Los eurodiputados del PSOE se resignan a votar hoy a favor del portugués
"Desgarrados entre dos lealtades" o "buscando el mínimo común denominador". Así describían ayer algunos eurodiputados del PSOE su estado de ánimo ante la votación hoy sobre la reelección de José Manuel Durão Barroso al frente de la Comisión Europea. Salvo sorpresas, el presidente de la institución que redacta las directivas será ratificado en la Eurocámara para un segundo mandato, tras varios meses de campaña en los que ha convencido a la derecha en bloque, seducido a los liberales y dividido a la izquierda, tanto española como europea.
"No seré yo quien desautorice al presidente del Gobierno", pero "me será muy difícil apoyar a Barroso", asegura un socialista español con responsabilidades en política social, que reconoce que la "Comisión Barroso ha sido una catástrofe" en esta área.
Mientras otra diputada del PSOE se resigna a votar "al mínimo común denominador"-no hay otro candidato- otros parlamentarios socialistas se sienten "desgarrados entre dos lealtades": la primera, hacia José Luis Rodríguez Zapatero, firme defensor del ex primer ministro portugués; la segunda, hacia la familia política del PSOE, el grupo socialista en la Eurocámara, que fue en la última legislatura el azote constante de Barroso por considerar que no actuó a tiempo para prevenir la crisis económica y que se plegó a la voluntad de los grandes países.
Una diputada del PSOE se resigna a votar "al mínimo común denominador"
Tanto la Comisión como el Consejo (la institución de los gobiernos) se enfrentaron "a una tentación neoliberal llevada al máximo extremo", afirma el también socialista Enrique Guerrero, que justifica su sí a Barroso porque "él se ha dado cuenta de que todo lo que se le imputa, con justicia o sin ella, ya no será posibles a partir de ahora aunque quiera".
Ramón Jáuregui, secretario general de los socialistas españoles en Estrasburgo, no ve "ningún desgarro" en torno al sí del PSOE a Barroso, aunque reconoce "no poder eludir la posición nacional", que incluye la presidencia de la Unión Europea en el próximo semestre.
Guiños a los progresistas"No tenemos dudas de que tenemos que votar sí", recalca Jáuregui, que recuerda que Barroso ha presentado un programa con guiños a las demandas progresistas, como la revisión de dos directivas sobre trabajadores desplazados y la prestación de servicios públicos. Los socialistas europeos prometen hacerle un marcaje a Barroso en los próximos meses.
No en vano, tras el voto de hoy sobre el presidente de la Comisión vendrá otro sobre el equipo de comisarios, y la izquierda europea aspira a colocar como hombre fuerte del Ejecutivo y sucesor de Javier Solana a un socialista, que se encargaría de la política Exterior de la UE.
Además de los españoles, socialistas portugueses y parte de los provenientes de la Europa del este votarán por Barroso. El resto de la izquierda europea (comunistas y verdes) tiene tan claro su oposición a Barroso como el conjunto de la derecha su apoyo.
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