Este artículo se publicó hace 16 años.
Barcelona albergará la sede de la Unión para el Mediterráneo
Por Crispian Balmer
La Unión para el Mediterráneo, un organismo aún embrionario que aglutina a la Unión Europea y a sus vecinos mediterráneos del sur, tendrá su sede en Barcelona, dijeron el martes responsables de la UE.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, lanzó la idea original de esta Unión en una cumbre en julio, pero el proyecto ha tenido dificultades para arrancar por discrepancias sobre temas administrativos, diplomáticos y de financiación.
Los ministros de Exteriores de los 43 países participantes superaron uno de los obstáculos en un encuentro celebrado en la ciudad portuaria francesa de Marsella al decidir que la sede del "Club Med" estará en la capital catalana.
"Estoy muy contento", dijo el jefe de la política exterior de la UE, Javier Solana. "Es una gran alegría para mí".
El proyecto pretende traer aires nuevos a una existente asociación entre la UE y el Mediterráneo, conocida como el proceso de Barcelona, y aspira a crear un diálogo más equitativo entre la acaudalada UE y los países más pobres del Mediterráneo.
Sin embargo, los problemas que acosaron al proceso de Barcelona, que comenzó en 1995, siguen acuciando a esta nueva Unión, como el deseo de la UE de que se produzcan reformas democráticas en países del sur y las dificultades procedentes del conflicto entre israelíes y palestinos.
Francia indicó en un primer momento que le gustaría que el secretariado estuviera en Túnez, pero algunos críticos dijeron que el historial de derechos humanos tunecinos descartaba esta posibilidad.
Un diplomático de Oriente Próximo que no quiso ser identificado dijo que algunos países árabes se habían opuesto a la elección de Túnez porque habría supuesto asiduas visitas al país por parte de delegaciones israelíes.
Los ministros de Exteriores tienen previsto abordar otros problemas el martes, como el papel de la Liga Árabe.
La Liga, cuyo objetivo es coordinar posiciones de política en el mundo árabe, quiere desempeñar un papel activo en la Unión para el Mediterráneo, pero Israel dice que está demasiado politizada y quiere que sólo tenga un estatus limitado de observador.
También restan interrogantes sobre quién presidirá la Unión y cómo deberían financiarse sus proyectos.
Solana dijo que los ministros habían hecho grandes progresos en las conversaciones el lunes por la noche, pero no ofreció detalles.
Una importante aspiración del Club Med es trabajar en proyectos concretos para la región, incluyendo programas de agua, energía y educación.
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