Bangkok se blinda más tras la manifestación de 12000 "camisas rojas" de ayer

El Gobierno de Tailandia reforzó hoy la seguridad en Bangkok después de que ayer unos 12.000 manifestantes ocuparan tres horas un centro de transmisiones tras enfrentarse a la policía, que por primera vez empleó gas lacrimógeno y cañones de agua contra los activistas.

Cuatro policías, un soldado y 18 "camisas rojas", como se conoce a los seguidores del depuesto ex primer ministro Thaksin Shinawatra, resultaron heridos en la refriega ocurrida a las afueras de la metrópoli.

Los 3.000 soldados que custodiaban la estación, propiedad de la compañía Thaicom, retrocedieron ante la presión de los manifestantes, que se incautaron de fusiles y explosivos.

A las tres horas del asalto, los manifestantes abandonaron el recinto cuando se cumplió su exigencia de devolver la señal a P-TV, un canal de televisión que apoya a los "camisas rojas" y que había sido bloqueado la víspera, en aplicación del estado de excepción.

El primer ministro tailandés, Abhisit Vejjajiva, insistió anoche en que no disolverá el Parlamento ni convocará elecciones, como le demanda la oposición.

La seguridad en Thaicom ha sido reforzada en las últimas horas con un despliegue adicional de 4.500 soldados, armados con fusiles M-16 y granadas.

Otros 15.000 soldados han sido despachados a distintos lugares de la capital, donde rige desde el miércoles el estado de excepción.

La medida de urgencia permite al Ejército asumir el control de la seguridad, declarar el toque de queda y disolver cualquier asamblea pública, entre otras disposiciones.

Se han emitido órdenes de detención contra 24 cabecillas de las protestas: 17 por ocupación ilegal en el corazón comercial de Bangkok y otras siete por dirigir a los manifestantes que entraron hace tres días en el Parlamento.

Desde que la "marea roja" tomó la ciudad el pasado 14 de marzo las fuerzas de seguridad no habían intentado dispersar por la fuerza a los manifestantes.